A través de la línea telefónica, Omar Chaparro se escucha emocionado, feliz y la razón es porque en los últimos días ha estado “compartiendo las 24 horas con mi hijo en un reality show” que está preparando y que tras la etapa de preproducción llevará a una plataforma, de acuerdo a lo que ha acordado con Eugenio Derebez, su socio en el proyecto.
Aunque la felicidad del conductor tiene otro detonante, el éxito que ha tenido ¿Quién es la máscara?, el nuevo reality show que conduce y que reconoce que lo ha quitado de esa tarea, para convertirlo en un expectador más de los que han quedado cautivados con la nueva producción de Miguel Fox.
Aunque como buen norteño, el chihuahuense reconoce que el equilibrio que experimenta entre su vida personal y su profesión tiene como base su mejor logro, que es su esposa, a quien atribuye que frente al éxito se mantenga tranquilo y cuando ha encontrado el fracaso, no se derrumbe.
¿Qué pasa en tu vida, ¿Quién es la máscara? te tiene muy ocupado?
No, de hecho estoy a todo dar. Ahorita estoy viajando en moto con mi hijo paseándome acá por mis tierras chihuahuenses, disfrutando del paisaje.
“Y ¿Quién es la máscara? me encanta, es un programa muy divertido. Dejé de ser el conductor para convertirme en espectador, creo que es la primera vez que me pasa en mi carrera; entonces me la pasé jugando tratando de adivinar. Y aparte con los cuatro compañeros (Adrián Uribe, Carlos Rivera, Yuri y Consuelo Duval), me reí muchísimo, lo disfruté mucho”.
¿El programa es grabado, ya está totalmente terminado?
En un 95 por ciento, se grabaron ocho capítulos para cuidar la identidad de las personalidades, porque es muy difícil mantener el anonimato de estos personajes. Entonces el 5 por ciento del programa se deja para la final, porque el público votará y decidirá quién gana.
Dices que estás disfrutando a tu hijo, ¿qué tan complejo ha sido combinar tu vida personal con tu profesión?
Ha sido nada fácil mantener el equilibrio entre mi carrera y mi familia, pero hay dos cosas que fundamentalmente me han ayudado, la primera es mi esposa. Ella es una mujer muy astuta, con una visión muy amplia y entendimiento de mi profesión; y la otra es que sí hago el esfuerzo por tener ese balance. Obviamente le doy la prioridad que merece mi familia, siempre trato de estar con ellos, aunque sea poco tiempo el que tengo, pero hago el esfuerzo.
“Ahorita estoy compaginando este viaje con mi familia, porque es un reality show que estoy produciendo. La familia es una maquinaria donde aprietas una tuerca y se afloja otra, máxime si tienes tres hijos. El adolescente, el de en medio y la más chiquita. Entonces, yo sentía que necesitaba apretar un poquito más de cuerdas con Emiliano, mi hijo adolescente; y dije por qué no produzco un reality, donde estoy tres semanas con mi hijo las 24 horas del día, y en ese tiempo platicar, aconsejarlo, que sea un viaje muy enriquecedor para ambos, para que nos conozcamos más, y aprovecho y grabo un reality; y entonces mato dos pájaros de un tiro. Y no sabes cómo lo he disfrutado, nos hemos reído, paseado, disfrutado y qué mejor que sea una moto, que es mi pasión número uno”.
¿Se han cumplido las expectativas que te habías hecho?
Muchas sí, hay otras donde no, he fracasado muchas veces, pero esos fracasos me han hecho madurar y tener una percepción de la vida más clara, más feliz, el dolor es necesario para entender la felicidad. Pero volteo atrás o si voy y habló con el Omar de cuando andaba repartiendo pizzas o cuando andaba trabajando de salvavidas o de mesero; y me veo ahora viviendo en Los Ángeles, con una esposa preciosa, y tres hijos, y ando en mi moto y estoy por estrenar tres películas, pues obviamente ese Omar Chaparro no me lo creería, diría: ‘Estás jugando. No te creo’. En muchas ocasiones he superado mis sueños más guajiros.
¿Cuáles son esos fracasos de los que hablas?
Digo que fracasos porque he hecho cosas que no me han salido bien y he aprendido en el camino, perdí mucho dinero en un antro que abrí en Chihuahua, puse un negocio de cacahuates. Vaya, tropiezos, fracasos económicos, he apostado por proyectos que no han funcionado, pero ha habido otros como la película No manches Frida que resulta ser la más taquillera de la historia, eso te mantiene vivo; el tener el éxito y el fracaso, es una línea tan delgada, por eso no debes tomarte en serio ninguno, porque los dos siempre están tocando la puerta.