Su labor la llevó a formar parte de decenas de filmes. Fototeca Milenio
Este viernes a primera hora comenzaron a llegar a la Funeraria Gayosso amigos y familiares a dar el último adiós a una de las grandes figuras del espectáculo, Carmen Salinas, quien falleció alrededor de las 11 de la noche del pasado jueves 9.
Por años fue comediante en centro nocturno. Fototeca Milenio
Juan Osorio fue uno de los primeros en arribar al lugar para despedirse de su gran amiga. Frente a la prensa, el productor destacó la influencia que Carmen Salinas tuvo en él y en la televisión mexicana.
“Hay que reconocer que Carmen Salinas jamás olvidó sus raíces, yo la vi como una segunda madre, siempre estuvo atendiendo a gente que la necesitó; para mí fue fundamental en mi vida emocional, laboral, en todo. Fue una parte importante siempre. Como homenaje por todo lo que hizo en Aventurera, sí podría hacerle un reconocimiento en el show el próximo año”, destacó el productor.
María Félix, otra de sus amigas en su carrera. Fototeca Milenio
A lo largo de la mañana más medios y personalidades allegadas a Salinas, así como otros fieles seguidores de la actriz, se hicieron presentes en Gayosso. Poco a poco las autoridades de la funeraria fueron dando acceso al edificio a algunas cámaras para tomar evidencia audiovisual del suceso.
María Eugenia Plascencia, hija de la actriz, ofreció unas palabras a los medios de comunicación minutos después de su llegada al funeral: “Les agradezco todo el amor y el cariño a mi madre, sus oraciones; ya no pudo mi mamá más seguir, pero ya está con mi hermanito, con El Chato y con mis abuelos. Me pude despedir de ella y les agradezco que estén aquí”.
También contó con tristeza cómo se enteró de la noticia de su mamá: “Nos avisaron que le estaba bajando la presión y tuvimos que subir para verla y nos pudimos despedir de ella, le dije: ‘Mamacita linda, ya sé que tienes que partir, no te preocupes por nadie de nosotros, te vas a ir en paz con mi hermanito, con tus papás, a mi tío Chato, vete bien por favor, mamita linda te vamos a extrañar mucho pero tienes que descansar’”, dijo Maru, cómo lo dicen de cariño sus amigos.
Manuel Monge y Paulina Plascencia, nietos de la actriz, Chantal Andere, Enrique Gou y Nicandro Díaz, productor de Mi fortuna es amarte, telenovela en la que Carmen Salinas se encontraba trabajando, también acudieron a la cita para ofrecer sus condolencias y un último adiós a la actriz.
“Estoy tranquilo de que ya está en paz, está con Dios, se reunió con su hijo, con mi tío Chato, con sus padres, con toda su familia. Está descansando, está en una dimensión llena de paz y de luz”, expresó Manuel Monge, quien además agradeció todo el apoyo que su abuela le brindó en su carrera.
“Estaba muy feliz de que estuviera en el proyecto con ella y me dijo: ‘Mijito, échale muchas ganas, siempre sé agradecido, no importa si es uno o dos capítulos. No hay personajes pequeños, échale ganas’. Esas fueron las últimas palabras”, agregó.
Por otro lado, Enrique Gou, quien tuvo la oportunidad de colaborar con Carmen Salinas, reveló que fue ella quien originó la idea de realizar Y que nos coge… la pandemia, espectáculo cómico, como una forma de apoyar al actor Luis de Alba.
“Es la única actriz que ha trabajado conmigo que nunca me pidió una cortesía. Todos los días mandaba a Gus a la taquilla a comprar ocho,10,15 boletos. Los pagaba ella para su gente. Siempre profesional y así se le va a recordar, como era, una gran mujer, generosa, cariñosa y nunca discriminó a nadie en la prensa, siempre tenía espacio para todos y este año vamos a extrañar su posada”, declaró el productor.
Entre los asistentes también destacó la presencia de la conductora Talina Fernández, amiga de Carmen Salinas, quien resaltó la cualidad humana de “la gran señora” frente a todos los que le rodeaban: amigos, colegas, miembros de la prensa y espectadores por igual.
“Nunca hubo un compañero del medio al que no acudiera así a darle dinero o también consuelo, cualquier cosa que necesitara. Nos hicimos amigas en un programa que se llamaba Hasta en las mejores familias y lo primero que hizo al hacernos amigas fue mandarme una caja con veladoras amarillas, que eran las que ella le ponía a Pedrito. Carmen te veía a los ojos y sabía si tenías alguna pena, alguna necesidad. Yo llevo un cacho de ella aquí y no morirá nunca”, expresó.