Ana Bárbara se ha convertido en una de las mujeres más exitosas de la música regional mexicana. Actualmente la intérprete de ‘Bandido’ se encuentra nominada a un Grammy para el 2024, gracias a su disco ‘Bordado a mano’.
Durante una entrevista con el influencer Juan Pa Zurita, la cantante recordó la ocasión en la que interrumpió una misa del Papa Juan Pablo II, lo que desencadenó una un fuerte operativo de seguridad; aquí te contamos la historia.
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De acuerdo con la cantante, esto sucedió antes de convertirse en una estrella famosa como lo es ahora, cuando se apuntaba a cuanto concurso artístico podía para lograr su objetivo de alcanzar la fama.
A pesar de su talento, Ana Bárbara no conseguía alcanzar la fama, sin embargo, eso no la desmotivaba. Un día la cantante viajó a Europa como parte de un intercambio cultural, donde cantaría en una cena diplomática y sería parte de la comitiva de una de las misas del papa Juan Pablo II.
Bárbara, quien siempre ha sido una mujer de mucha fé, se propuso cantarle una canción al papa, a pesar de que esto no estuviera dentro de sus actividades: "Yo dije si voy a allá, tengo que cantarle, ¿cómo chingad** voy a ir a Italia y no voy a buscar al Papa?", recordó en el podcast.
"Todo muy bonito, nos llevaron para el 15 de septiembre, canté con el Mariachi Romatitlán; nos llevaron a ver al papa Juan Pablo II al Vaticano, imagínate, una niña de pueblo que veía al Papa en la tele con Jacobo Zabludowsky. Iban chaperones con nosotros, gente del gobierno, cuidándonos a nosotras las niñas", mencionó la artista de 52 años.
La cantante recuerda que estaba en la misa en la basílica de San Pedro cuando por su cabeza pasó la idea de que debía ponerse en pie para cantarle al papa Juan Pablo II con la esperanza de que fuera esta su oportunidad de brillar.
"Me paré y empecé 'Despierta, dulce amor de mi vida...'" y cuando su voz comenzó a retumbar por todo el edificio, se activó un protocolo por la guardia suiza, pues creían que se trataba de una amenaza.
"Corren los güeyes de tres metros, los guardias papales a sacar a la loca de la iglesia. Se iban acercando los guardias y el Papa les hace con la mano una seña para que me dejen acabar. Termino, cierro los ojos, me siento, se oyen unos aplausos y el Papa sigue con la misa, todo rarísimo", contó.
Además de conseguir su cometido, cantarle al papa, Aná Bárbara cuenta que al final de la misa se acercó a ella para darle un rosario y la bendición.
jk