Andrea Escalona cuenta que su parto duró siete horas y su bebé tuvo sufrimiento fetal

La conductora contó cómo fue su parto, el cual terminó en cesárea por algunas complicaciones.

La famosa contó por qué su bebé nació por cesárea (Instagram).
Ciudad de México /

Antes de Navidad Andrea Escalona celebró debido a la llegada de su bebé Emilio, a quien antes de dar a conocer su nombre llamaba de cariño Churrito. El pequeño era muy esperado y muchas personas estuvieron al pendiente tanto de él como de su madre al momento del parto, el cual no fue fácil para la famosa.

En sus historias de Instagram Andrea Escalona le contó a sus seguidores cómo fue su parto, el cual quiso que fuera natural, sin embargo, tuvo que ser una cesárea para evitar complicaciones y que el pequeño llegara sano al mundo.

La famosa detalló que su parto duro siete horas, pero durante todo ese tiempo no dilató lo que provocó que su bebé tuviera sufrimiento fetal.

“Estuve ahí siete horas, pero dilaté cero, entonces mi doctora dijo las palabras mágicas: ‘El bebé está sufriendo’ y yo dije: ‘No, yo no quiero que mi hijo sufra’. En media hora estaba en la plancha, totalmente expuesta, con un dolor de cabeza terrible, mi novio agarrándome la cabeza”.

Tras esto se sometió a la cesárea y dijo que al escuchar llorar a su hijo se sintió más tranquila, sobre todo cuando se lo acercaron y pudo tenerlo en su pecho.

“Cuando lloró y me lo pusieron aquí (en el pecho), la sensación más bonita, sentí como el cielo, la tierra, mi mamá. Fue precioso, aunque no hubiera sido el parto natural para el que practiqué. Por eso les digo que hay que soltar, hay que soltar las expectativas, hay que fluir con lo que la vida trae, nadie te explica nada, nadie te dice nada”.

Finalmente, la famosa explicó que la dieron de alta dos días después, fue así que llegó a su casa el 24 de diciembre y en un principio no supo qué hacer o cómo cuidar a su hijo.

“Me dieron de alta, fue 24, llegué a mi casa y entonces mi papá se me queda viendo y me dice: ‘Ya tienes a tu bebé, ¿verdad? Ahora ya no sabes ni qué hacer’. Me metí en mi cuarto, cerré la puerta y dije: ‘¿Ahora qué hago?’. Nunca había cambiado un pañal, no sé, lo veía ahí tan indefenso que dependía de mí”.


PJG

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