A principios de 2022 se informó que el actor Brad Pitt había demandado a su esposa Angelina Jolie por haberse desprendido de su participación de la bodega francesa Chateau Miraval, donde se casaron en 2014, alegando que ambos acordaron no vender sus participaciones en el lugar sin el permiso del otro. La prensa informó que la actriz vendió su parte al fabricante de licores Stoli, propiedad de un oligarca ruso, para lo cual necesitaba de una serie de documentos en posesión de Pitt.
El actor declaró además que había “invertido dinero y sudor” para convertir Miraval en uno de los productores de vino rosado más importantes del mundo, generando ingresos anuales superiores a 50 millones de dólares, y acusó a Jolie de buscar “ganancias inesperadas no generadas” por su trabajo.
Esto inició una disputa legal entre ambos actores en Estados Unidos, Francia y Luxemburgo, sin embargo, esta disputa legal llegó a un veredicto en Estados Unidos el pasado viernes en Los Ángeles, cuando la jueza encargada del caso falló a favor de Jolie, donde se definió quién era el propietario de la bodega, la cual fue comprada por la pareja en 2008 y que ahora tiene un valor estimado en 167 millones de dólares.
Los abogados de la actriz obtuvieron éxito al citar documentos de Pitt y su gerente comercial, ya que el equipo legal de Pitt, a pesar de que luchó en los tribunales, un juez de Los Ángeles dijo que el actor y sus socios tenían que entregar todos los documentos al equipo de Angelina, lo que le dio el fallo a su favor.
Diversas fuentes cercanas del equipo de negocios de la actriz comentaron para Page Six que Pitt se dejó llevar por “el rencor y la ira que guarda de su separación de 2019” y que permitió que esto interfiera en los negocios, además explicaron que al tratarse de Stoli se trata de una enorme oportunidad para hacer crecer el negocio.
“Cualquier ser humano racional estaría feliz de que Stoli fuera un socio en su negocio. Tiene un marketing y una distribución de primera categoría”, dijeron los informantes.
A.G.