“Mi primer trabajo fue en McDonald’s”: Arath de la Torre revela cómo era su vida antes de ser famoso

Durante una entrevista con Yordi Rosado, el comediante mexicano recordó sus primeros trabajos como mago, serigrafista y albañil.

Arath de la Torre. (Instagram)
Ciudad de México /

Aunque actualmente es una celebridad muy conocida en México por sus personajes cómicos en producciones como La Parodia, El privilegio de mandar y Los simuladores, durante muchos años Arath de la Torre se ganó la vida ejerciendo oficios alejados de los sets de grabación.

Cajero de McDonald’s, albañil y mago fueron algunas profesiones que el nacido en Cancún desempeñó en su época infantil y juvenil, así lo reveló durante una entrevista para el canal en YouTube de Yordi Rosado.

“Tenía mi cajón de magia. Entonces, cuando llego a Cancún, empiezan los problemas económicos y dije ’Me voy a poner a trabajar’. Armé mi show de magia; era un niño mago que hacía fiestas infantiles y me contrataban’”, reveló el actor sobre su primer sueldo cuando aún era un infante.

Posteriormente, para seguir generando dinero, con el que se compraba “tenis” y ayudaba a su mamá, se empleó en una famosa cadena de comida rápida: “Mi primer trabajo fue en McDonald’s. Nos reclutaron muy chavitos porque iban a abrir el primer el primer McDonald’s en Cancún, aparte el dueño era muy amigo de mi mamá”.

En este empleo, Arath vivió un episodio que lo marcó: "Yo normalmente estaba en caja, pero me empezó dar hueva estar ahí todo el tiempo, cobrando, y empecé a irme a secciones: un día en las papas fritas, otro día en la Big Mac. Entonces, después de haber recorrido todas las áreas, decidí irme a la de intendencia, echarle el trapo ahí en los pasillos, y justo ese día cae la banda Timbiriche. ¡Y yo quería ser artista!

“Fueron llegando todos y yo ahí trapeando. Ahí me acercaba, las veía y decía: ‘Qué bonitas, por qué no me tocó en la caja’. Ahora ya son buenos amigos, los conozco, pero son cosas que pasan. Yo no soy hijo de actores, no tenía nada que ver con esto y me daba pena. Yo quería actual con ellas porque veía Baila conmigo, creo que estaba en boga esa novela, y decía ‘¿Por qué me agarraron trapeando?’. No me acerqué, las vi de lejitos”.

Tras este trabajo, llegó a taller de serigrafía. “Aprendí a hacer tarjetas personajes, camisas. Pero desde lo que es el revelado, la impresión, desde formatear en una… ahora es otro sistema, pero yo aprendí a la antigüita, agarraba plantillas de tarjetas con letras y logotipos, y los íbamos creando”, contó.

“Truena el taller de diseño como a los 6 meses y el dueño me dice: ‘Compré otro local, pero necesito construir y sólo tengo un albañil, ¿quieres trabajar? Te sigo pagando lo mismo, pero como albañil’. Y trabajé con un carnal de ayudante de albañil 2 meses”, agregó.
"Gente muy generosa porque yo salía de la escuela y no me daba tiempo de ir a comer en mi casa, y él lo sabía. Entonces llegaba a la construcción y ya me tenía mis tortillitas calientitas con picadillo, a veces cochinita pibil con su salsita de habanero. La verdad es que he tratado de gozar la vida y lo que me toca", recordó Arath, que también laboró en un astillero de barcos. "Lijaba la madera, le ponía laca marina. Ahí estuve muy poco tiempo, como un mes".

yhc

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