La noche del 16 de junio del 2002, Rocío Cárdenas Chío salió de las instalaciones de Televisa Santa Fe con la mano derecha en alto y con We are the champions, el himno de las proezas compuesto por Queen, a todo volumen.
Tras cruzar el umbral de la puerta, poco después de las 23 horas, la primera persona con la que la nacida en Monterrey habló fue Angélica Vale. “¿Cómo te sientes?”, le preguntó la actriz, a lo que ella respondió: “Es un honor para mí estar aquí, gracias México por el apoyo”.
Toda la algarabía, los aplausos, la voz de Adela Micha y los millones de espectadores (6 millones 585 mil 810, según un reporte de Televisa) sintonizando la señal de Canal 5, por una razón: la final del programa que dio inicio a la era de los reality shows en México, Big Brother.
Y ella fue la primera ganadora tras 106 días de aislamiento. ¿El premio? 2.5 millones de pesos, un viaje a Francia, ropa, un carro y, sobre todo, fama a nivel no solo nacional, sino Latinoamérica.
- Te recomendamos Poncho de Nigris: De 'Big Brother' a las redes sociales y 'La Casa de los Famosos' Famosos
21 años después de esa velada, Rocío dice que cuando la fama es extrema, “puede llegar a coartar la libertad de quien la vive”.
“Hoy en día, las redes sociales permiten que la fama le llegue a quien cautive a sus seguidores, no es como antes, las cosas han cambiado mucho”, agrega en entrevista exclusiva con MILENIO.
"Mi vida jamás volvió a ser la misma"
De 1997 al 2001, Rocío vivió en París, becada por una maestría en Comunicación y relaciones públicas, "porque soñaba con trabajar algún día en televisión".
Entonces, durante su último año de estancia, en el país europeo transmitieron Loft Story, programa de formato similar a Big Brother que le llamó mucho la atención, porque "me di cuenta que aunque los que expulsaban de la casa, les ofrecían trabajo en los medios de comunicación; era como una especie de puente para llegar a la televisión".
Chío regresó a México en diciembre del 2001 y se encontró con la convocatoria para el reality, y no lo pensó dos veces: como no había internet en su casa, fue a un cibercafé para llenar el formato de inscripción y pronto recibió respuesta: "Un segundo cuestionario más extenso, era como una especie de pre casting digital".
La comunicación con la producción siguió hasta que la citaron en Televisa Monterrey: "Me grabaron y después me citaron en Ciudad de México porque había que pasar un casting presencial donde simulaban el encierro".
Tras ese casting, la sometieron a exámenes psicométricos - "pasé alrededor de 6 horas en Televisa Santa Fe" -, y posteriormente, a su casa en Monterrey, llegó la producción del reality para darle el gran anuncio: "Había sido seleccionada entre miles de personas para participar en la casa mas famosa de México, pero que no podía decir nada, ya que ellos se iban a encargar de dar la noticia".
El 3 de marzo del 2002, Rocío ingresó a la casa de Big Brother, "y mi vida jamás volvió a ser la misma".
"Toma tiempo volver a confiar en la gente"
En el programa, al estar expuesta 24/7 ante millones de personas, ¿qué sentías?
El estar tan expuesta hace que las emociones estén a flor de piel, te vuelves más vulnerable y sensible a todo, sin embargo, llega un momento en que se te olvidan las cámaras y los micrófonos.
De ese entonces a la fecha, ¿cuáles son los cambios más significativos que crees ha experimentado la televisión en México?
El avance de la tecnología trajo nuevos medios de comunicación, como el internet y las redes sociales. Las nuevas tecnologías están desplazando a los medios tradicionales. El aumento del consumo de contenidos digitales, servicios de streaming, la inmediatez y la utilización de múltiples dispositivos tecnológicos a la vez, han ido modificando la industria de la televisión en México, y aunque sigue siendo un medio de comunicación importante, tener acceso a la información en un click ha modificado no solo esta industria, sino la forma de trabajar, consumir, relacionarnos, etcétera.
¿Conservas alguna amistad de 'Big Brother'?
Doc, Carlita, Vero y yo hemos coincidido, pero han sido pocas veces. En las redes sigo a varios de mis compañeros y nos saludamos de vez en cuando.
Tras ganar esa primera edición, ¿qué sentiste?
¡Sentí muchísima emoción! Estar 106 días encerrada con tantas limitaciones, viviendo con gente que no conoces y que están compitiendo contra ti, es durísimo. Pasan meses sin que puedas ver a tus seres queridos, no es nada fácil. Había una presión constante por parte de Big Brother con las actividades de la casa, porque si no cumplíamos con el objetivo que se nos asignaba, nos recortaban el presupuesto de alimentos, así que había periodos donde no comíamos nada bien. Por eso y muchas cosas más, ¡cuando sales sientes un gran alivio!
Al finalizar el programa, ¿sufriste alguna especie de bajón emocional?
Me sentí rara, pero muy querida por el público. Es muy extraño salir de la casa y ver que todos te conocen, que te sienten como parte de sus familias.
Se me quedó un tiempo la costumbre de revisar dónde estaban instaladas las cámaras en áreas públicas. Incluso, cada que escuchaba un helicóptero me acordaba de Big Brother porque muy seguido pasaban a echarnos porras desde arriba con megáfonos.
¿Qué reflexiones positivas y negativas te llevaste del reality?
Positivas: saliendo de la casa aproveché muchas ofertas de trabajo tanto en Televisa como en otros medios de comunicación. Fui imagen de marcas como Banco Inbursa, Bonafont, K-swiss, Western Union, Edoardos y Jumex. Participé en las telenovelas Rebelde y La Madrastra; conduje Vida TV con Héctor Sandarti, Galilea Montijo y Lilí Brillanti; trabajé mas de 3 años en el programa Hoy.... Fueron experiencias profesionales increíbles.
Al día de hoy, el cariño de la gente ha sido muy valioso en mi vida, lo agradezco desde lo más profundo de mi corazón. Después de 21 años, me siguen saludando e identificando como si fuéramos conocidos, no solo en México, sino en diferentes partes del mundo.
Negativas: cuando participas en programas como este, toma tiempo volver a confiar en la gente debido a todas las traiciones que se viven ahí dentro, de las cuales te enteras estando afuera de la casa.
¿Por qué crees que en México somos tan adeptos a este tipo de contenidos?
Los reality shows tienen un lugar especial en la industria del entretenimiento; el ver disfrutar o sufrir a los participantes provoca una especie de intriga constante y por ende una adicción al programa. El formato invita a los televidentes a formar parte de la casa: a través de su voto van dirigiendo el resultado de las expulsiones y por ende el destino de los habitantes; desayunan, comen, cenan, ríen, lloran y duermen con los participantes, provocando así la sensación de que son familia.
Actualmente, ¿cómo cuidas tu privacidad; qué valor tiene este concepto para ti?
Tiene un gran valor, más después de Big Brother; valoro mucho ver a mis amigos de antaño, a quienes me conocieron antes del fenómeno.
La actualidad de Rocío
Tras toda la vorágine emocional y laboral que le significó la fama televisiva, Rocío decidió formar una familia con el doctor Giovanni Betti, especialista en cirugía plástica.
Y hace 15 años, la pareja creó la fundación Reconstruyendo Sueños AC, con la que ayudan a mujeres de escasos recursos que requieren una reconstrucción mamaria; destaca que en octubre de 2022, el proyecto lanzó la campaña Reconstrucción Mamaria gratuita 2022-2023, a la que se sumaron Jorge Garralda, Implantes Motiva, Centro Hospitalario Servicura y Laboratorio Salud Digna.
"La invitación está abierta a todas aquellas pacientes sin recursos que hayan sufrido cáncer de mama y cumplan con algunos requisitos. Quienes quieran participar, pueden enviar un WhatsApp al número 5550598080", comenta Rocío.
Asimismo, resalta que el último evento que organizó su Fundación tuvo lugar hace dos meses, Love Party CdMx 2023, con el apoyo de las licenciadas Ana Cárdenas y Carolina Romo, y se llevó a cabo en Casa Serrano: "Fue un evento inspirador, informativo y lleno de esperanza, en el que se demostró que la sociedad unida puede lograr grandes resultados y apoyar a quienes más lo necesitan".
Rocío, que puede considerarse una de las primeras influencers mexicanas por el impacto que logró a principios del siglo XXI, dice que actualmente, ante la voracidad y banalidad de las cosas, es importante inculcar honestidad - "Es fundamental no mentir y no manipular la información" -, respeto, amor - "Para sí mismos, hacia el prójimo, el planeta, los animales" -, gratitud, ética, humildad, tolerancia, generosidad y, lo que ahora define su vida, altruismo.
Y zanja la entrevista con MILENIO diciendo que aunque valora lo que vivió en Big Brother, no volvería a vivir una experiencia similar "ya que hoy en día las redes sociales intervienen bastante en la dinámica del programa y las cosas pueden salirse de control fácilmente. Aparte, sería muy difícil dejar a mi marido y a mis hijos".
hc