Roberto Carlos Oliva, mejor conocido como Brincos Dieras, alcanzó la fama gracias a su sentido del humor que hizo 'match' inmediato con la audiencia y comenzó a recibir gran aceptación al grado de recibir incluso invitaciones para dar presentaciones a integrantes del crimen organizado.
Sin embargo, todo comenzó desde cero pues no siempre tuvo lo que actualmente posee, pues ahora tiene mucho trabajo y cobra excéntricas cantidades de dinero por sus espectáculos que llenan cada recinto donde acude.
Para el comediante no fue tan sencillo el camino, aunque siempre fue 'cobijado' por el amor familiar pues hubo gran apoyo entre ellos y sus padres siempre cuidaron de los 5 hijos que tuvieron en el municipio de Guadalupe, Nuevo León.
"Soy hijo de mi madre, se llama Rosa María Barajas y mi padre el señor Felipe Oliva, todavía viven los dos, bendito Dios y estoy muy contento. Soy de Guadalupe, es un municipio de Nuevo León, un pueblo chiquito, muy tranquilo, amo mi municipio".
Detalló que su padre era policía municipal y su mamá era ama de casa, pero cuando crecieron cada hermano encontró su camino y casualmente Brincos Dieras y uno de sus hermanos es DJ, quien complementa el show del comediante.
"Mi papá era policía del mismo municipio y mi mamá pues ama de casa; somos 5 hijos... mi hermana Guadalupe, Roberto (yo), Raúl, Perla y Jamie; mi hermano es DJ, es complemento de mi show, hace 50 por ciento de mi show".
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Brincos Dieras trabajó desde joven
La historia de Roberto es un compendio de anécdotas que muchos tomarían como una inspiración, pues recordó que no tenían tanto dinero en su familia e incluso ni siquiera tuvo el uniforme escolar y prefirió trabajar desde temprana edad.
"Yo fui malísimo para la escuela, te puedo decir hasta la secundaria y no fui ni a la graduación me dijeron: 'ya se acabaron las clases, hay que venir a ensayar para la graduación', pero ya ni llegué no había varo otra vez, si nunca me compraron el uniforme, menos para un día".
Al parecer encontró una mejor oportunidad en las calles, donde vendía frutas y periódicos, aunado a que limpiaba parabrisas en los cruceros desde temprana hora para aprovechar el día y poder reunir lo más posible de dinero.
"Yo trabajaba en la calle, me gustó mucho trabajar en la calle, me gustaba traer una moneda en la bolsa, limpiaba vidrios, vendía fruta. En un crucero (limpiaba parabrisas), de repente vendía fruta, periódico, desde las 6 de la mañana ya estábamos vendiendo".
Incluso recordó que cantó en autobuses, pero fue una fugaz etapa porque le daba pena, aunque ahora es un destacado comediante que trabaja en escenarios donde reúne a cientos de personas, por lo cual ya habría superado el pánico escénico.
"También canté en camiones, pero fue poquito porque me daba vergüenza. Fuimos muy bendecidos porque mi madre siempre pidió por nosotros, por eso creo que tenemos un angelote porque mi mamá reza mucho, somos muy Guadalupanos también".
Brincos Dieras ha sido bien recibido por el público debido a que siempre se ha mostrado orgulloso de todo lo que pasó para llegar a encontrar la vocación que mejor destacaba sus dones de sacar sonrisas.
Brincos Dieras habla de su pasado
El famoso cómico habló sobre cómo su adolescencia se relacionó con rápidamente con el trabajo en la calle.
KVS