El día que le cambió la vida a Jorge David Celis Castillo, mejor conocido como Coco Celis, tuvo lugar hace más de 7 años: fue de noche cuando, en su natal Cuernavaca, acudió a ver a un par de amigos a una presentación artística que le provocó varias risas.
"Un amigo llevaba un tecladito y decía cosas bien tristes, y a la gente no le daba tanta risa, pero sí tenía una cuestión muy chistosa. Luego, otro amigo se dragueaba y soltaba chistes... Esa cuestión de liberarse y experimentar, y que salga lo que tenga que salir. Una actitud muy punk. Mis amigos me metieron ese gusanito", recuerda.
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Luego de ese show, el también licenciado en Artes plásticas decidió incursionar en la actividad que lo ha llevado a tener un especial grabado Cine Tonalá (La chingadera del pantano) y a ser parte de varios podcasts: el stand up.
Comedia es arte
La carabina de Ambrosio, Ensalada de locos, Eugenio Derbez, Anabel y Andrés Bustamante Güiri Güiri fueron los primeros acercamientos de Coco con la comedia. "Ahora lo veo y digo: ‘Qué curioso que me daba tanta risa'... Han cambiado los ritmos de la comedia y las formas de hacerla", señala
Aunque, a pesar de estos cambios, el también artista piensa que la comedia ha sido y es arte. "Tengo una idea del arte que quiero pensar, y me gusta pensar, que es muy amplia. Por eso mismo creo que sí: desde el que se sube en el metro hasta el que se presenta en un auditorio, hacen comedia", agrega.
Asimismo, Coco reconoce que en el ejercicio de crear comedia es "muy despistado", pero procura seguir un método: "Una cosa de desarrollo que digo: ‘Lo que anoté el otro día está cagado, ahora veré si lo puedo desarrollar y cambiarle cosas, si dice algo que me llame la atención, que quiero contar’. Cambiarle la composición, ver qué es chistoso, de qué manera decirlo para que llegue chingón".
"Para mí, es algo muy hedonista y es mi trabajo, pero es un trabajo hippie, porque al final estoy en búsqueda de mi satisfacción. Y para una cuestión publica se trata de buscar cierto goce de la gente, que lo goce, a veces es dar o encontrar un mensaje, o a veces sólo queremos terminar el día con algo a gusto", agrega sobre su labor como comediante.
La comedia avanza
Tomando en cuento los años que lleva contando chistes frente al público, se puede afirmar que Coco es uno de los comediantes más experimentados dentro del stand up nacional. Y por eso su opinión sobre los nuevos paradigmas que esta actividad enfrenta es valiosa.
"Había muchas cosas que ahora ni siquiera se pueden decir, no son correctas, porque ya hemos avanzado en ciertas cuestiones del mensaje. Y hemos crecido como sociedad, o eso quiero pensar, que hemos crecido y hemos visto cosas que no están bien. Aunque luego uno cree que se queda allá, en los 90, que se decían cosas que no se tenían que decir. Pero luego veo cosas que he dicho como comediante hace un año y digo: ‘No mames que dije esto, por qué no lo vi, no fui consciente’", señala.
"Y entonces intento... no digo que lo logre siempre y creo que todos intentan ser más limpios en lo que quieren decir y hacer como comediantes. No se puede lograr porque es una actividad humana, pero sí es lo que he visto: el constante cambio en el quehacer, porque es arte y el arte es cambio", agrega.
Otras formas de hacer reír
Coco, que se asumió como comediante tras su primera audición para Comedy Central, ha estado muy activo a pesar de la pandemia: actualmente forma parte de varios podcast -El show de don Piter, Jamón Serrano-, además del propio, donde sigue llevando su mirada cómica a través de los micrófonos.
"Son cambios que tenemos que aceptar aunque no sea lo que muchos queremos, porque lo otro era nuestra zona de confort; yo soy comediante de stand up, hago shows en lugares y así es como estoy a gusto. Luego llega esta pandemia y tienes que cambiar. Lo veo complicado pero ahí está, es como la mala hierba, que te la quitas y sale dentro del recoveco, ahí de tu casa", apunta.
Porque el comediante reconoce que "esto (la presencia en plataformas digitales) es lo que tienes que hacer si quieres estar ahí para la gente que te sigue, que le gusta tu trabajo. Esta es la manera en la que ahora puedes proyectar algo".
Y Celis señala que la dinámica de charlar con gente de forma constante lo ha evidenciado como alguien "medio de contentillo. A veces… no sé si todos somos así o algunas personas son más de estar todo el tiempo sociable, pero yo no puedo. Es como de un volado: a veces ando bien pilas y otras veces no se me da".
Comediante de nicho
"Supongo que sí me he volado, pero que me haya dado cuenta... no he sido tan autocritico en ese sentido para haberme dado un regaño y decirme: ‘Ahora sí te pasaste, estás muy voladito’. Siento que no he hecho un cagadón tan grande; igual y sí he tenido actitudes, que he reconocido, medio mamonas, pero no me he pasado de lanza, según yo", cuenta Coco ante la pregunta de si alguna vez ha dejado de tener los pies en la Tierra.
Y agrega que, a nivel reconocimiento público, encuentra similitud con lo que logró el cantante Juan Cirerol "antes de que se pirara y dijera las cosas que dijo".
"Siento que es muy incomoda la fama; no quiero eso, pero sí quiero el dinero que viene con ella No lo gastaría, según yo, en tener un avión privado o una cosa llena de coches, pero eso lo digo en el presente. Pero sí tendría mi casita chingona, a mis papás les compro su casa; esos sueños de futbolista que sube y dice ‘Le voy a comprar una casa a mi mamá, quiero tener una alberca’", revela.
"Todas esas cosas sí ambiciono llegar a cierto punto, pero no ambiciono ser famoso; siento que es chido ser un comediante de nicho porque puedes interactuar sin pedos", concluye el comediante que quisiera tener a David Bowie, Thom Yorke, Iggy Pop, Andy Kaufman y Dave Chapelle frente a él en uno de sus shows.
yhc