Hace algunos años, antes del trágico fallecimiento de Steve Irwin, el cazador de cocodrilos decidió emprender una emocionante aventura que lo trajo hasta Tampico. Su visita no solo dejó huella en la memoria de muchos, sino que también contribuyó de manera significativa a la comprensión y conservación de la vida silvestre en México.
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La primera parada de Irwin en tierras mexicanas fue en el sur de Tamaulipas. En noviembre de 2002 arribó al puerto de Tampico, ciudad donde el cocodrilo es como su emblema. Ahí, en la Laguna del Carpintero, el especialista y conductor del programa de televisión ‘Animal Planet’ conoció a un reptil en particular que se destacaba por encima de todos: "Juancho", el famoso cocodrilo que representaba a la población de estos imponentes animales que habitaban el sistema lagunario, ubicado en el corazón de la ciudad. Juancho solía tomar el sol en el Parque Metropolitano, convirtiéndose en una figura querida por los lugareños y los visitantes.
Sin embargo, lo que Steve Irwin descubrió en Tampico fue verdaderamente asombroso. A diferencia de los cocodrilos de otras partes del mundo, los de esta región estaban tan acostumbrados a la presencia humana que no mostraban agresividad. En su mayoría, preferían alejarse en lugar de acercarse peligrosamente. La convivencia entre humanos y cocodrilos era tan íntima que algunos caminos alrededor de la laguna se habían convertido en territorio de estos reptiles, que habían establecido allí sus nidos.
Esta convivencia pacífica presentó desafíos interesantes y desencadenó la colaboración entre Steve Irwin y la comunidad local. Juntos, buscaron alternativas para preservar la seguridad de los habitantes y, al mismo tiempo, proteger la tranquilidad de estos impresionantes reptiles y sus crías. Uno de los mayores problemas que enfrentaba Tampico en ese entonces era la falta de control en la reproducción de los cocodrilos, evidenciada por la presencia de nidos fuera de las zonas designadas.
Años después de la visita de Steve Irwin, la zona ha experimentado cambios significativos. Se ha cercado el área y se ha construido un mirador que permite a las personas observar a los cocodrilos desde una distancia segura. La popularidad de estos magníficos animales ha crecido, pero el gobierno de Tampico ha decidido adoptar a la jaiba como su nuevo emblema, un crustáceo que Steve también tuvo la oportunidad de encontrarse durante sus recorridos en busca de los cocodrilos tamaulipecos.
El legado de Steve Irwin perdura en Tampico y en todos aquellos que, como él, tienen un profundo amor por la vida silvestre y están comprometidos con su conservación.
¿Quién era Steve Irwin, el famoso cazador de cocodrilos?
Steve Irwin, conocido cariñosamente como "el cazador de cocodrilos", falleció en un día como hoy, pero en 2006. Su programa de expediciones y aventuras en la vida silvestre lo convirtió en una figura reconocida y apreciada por el público en todo el mundo. Su carisma y su pasión por la vida silvestre lo consagraron como uno de los ambientalistas más queridos a nivel mundial.
Stephen Robert Irwin nació el 22 de febrero de 1962 en Melbourne, Australia. Desde su infancia, estuvo rodeado de animales debido al interés de sus padres por la fauna.
A los 30 años, Steve se casó con Terri Raines, una ecologista estadounidense, y tuvieron dos hijos, Bindi Sue y Robert. Terri desempeñó un papel fundamental en la carrera de Steve, ya que durante su luna de miel, decidieron filmarse atrapando cocodrilos, y ese material se utilizó como el primer episodio de lo que se convertiría en el mayor logro de su carrera: la serie "El cazador de cocodrilos".
El programa se estrenó en 1996 en Animal Planet y se transmitió en 130 países. Steve alcanzó rápidamente la fama mundial debido a su personalidad y su valentía al enfrentarse a temibles especies.
Steve Irwin falleció a los 44 años el 4 de septiembre de 2006, mientras buceaba en Batt Reef, parte de la Gran Barrera de Coral en Queensland, Australia. Estaba filmando un documental llamado "Los más mortales del océano" cuando decidió navegar en aguas poco profundas para tomar algunas imágenes. Su trágica muerte fue un golpe devastador para sus seguidores y para el mundo de la conservación de la vida silvestre.