Quiero llegar a los 110 años actuando: Ignacio López Tarso

El actor imagina el que sería su mejor regalo de cumpleaños: el fin de la pandemia y, por ende, su regreso a los escenarios.

Un artista incansable. (Fototeca MILENIO)
Ciudad de México /

A Ignacio López Tarso sus 97 años solo se le notan en las arrugas del rostro, pues mantiene un vigor apabullante: en entrevista con MILENIO, el ícono artístico detalla cómo era su vida en la Época de Oro del cine mexicano, eleva su tono de voz, se carcajea, presume a sus nietos, recuerda viajes junto a su amigo Gabriel Figueroa, rememora su romance con Clara Aranda y, sobre todo, habla de la actuación.

"Estoy cumpliendo apenas 97 años, pero yo quiero llegar a los 110 por lo menos, a ver si se me hace", revela. Y niega el apelativo de leyenda: "No me compares con una leyenda, estoy vivo todavía".


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La furia lo invade cuando evoca a esa que ya le robó casi dos años de trabajo: la pandemia de covid-19. "Terrible época: dos años sin trabajar en el teatro; una presentación en un teatro de Cuernavaca, el Ocampo, y dos años sin estar en un escenario. ¡Eso nunca me había pasado en la vida!", externa.

"Lo he lamentado muchísimo. Y no hay posibilidades de volver pronto al teatro. ¿Cuánto tiempo más voy a estar así? ¿Cuántos actores habrá en México que están sufriendo porque no hay trabajo?", se pregunta. 

Aunque confiesa que ha encontrado un refugio junto a su hijo, Juan Ignacio: "Hemos hecho seis obras virtuales, a través de Boletópolis están al alcance de cualquier persona. Son seis obras de dos actores que duran una hora", dice en referencia a trabajos como Macario, el ahijado de la muerte, Leonardo y la maquina de volarFray Servando Teresa de Mier: confesiones de un Guadalupano Federalista.


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Luego, con una sonrisa, comparte que su más grande amor es el teatro: "Yo estoy enamorado del teatro, me hace falta el teatro, amo el escenario, amo las obras, a mis compañeros en escena". 

Pero el SARS-CoV-2 de nuevo lo atosiga: "Aunque ahora es imposible volver al teatro mientras no termine esta gran amenaza que nos ha hundido a todos en el mundo entero. ¿Cómo es posible? Uno dice: '¿Dios por qué no nos cuida? ¿Por qué lo permite?'. Yo creo que lo permite porque está a su vista, ve todo lo que pasa, ve cómo nos estamos muriendo, que tenemos necesidad de trabajo, que esto se acabe, esta pandemia terrible, espantosa".

"Yo la paso lo mejor posible, pero estoy encerrado desde hace dos años. No es justo tanto, es una maldición para toda la humanidad. Todos estamos temerosos de contagiarnos, de caer al hospital, de caer enfermo, sería terrible. (…) Deseo que Dios nos haga caso".

López Tarso retoma la calma al abordar la conmemoración por su natalicio, este sábado, y señalar, de nuevo, que quiere llegar a los 110 años. Y quiere llegar actuando.

"A los 97, faltando 3 años para 100, veo, leo, huelo, como, hago digestión muy bien, mi corazón funciona, mis pulmones, respiro, duermo muy bien, memorizo, pienso, y pienso bien, imagino".

Resalta ese último concepto, la imaginación, porque para él "un actor sin imaginación es un actor muerto, y yo he sido muy imaginativo siempre; yo leo un libro y estoy imaginando todo lo que leo, lo convierto en imágenes. Me gusta mucho leer teatro e instantáneamente mi imaginación empieza a funcionar. La imaginación es una buena amiga para un actor, eso y la memoria".

Así el actor  imagina el que sería su mejor regalo de cumpleaños: el fin de la pandemia y, por ende, su regreso a los escenarios.


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Nikolay Cherkasov, el mejor Quijote

Ante la pregunta de quién fue su mayor referente actoral, López Tarso no duda en señalar al actor soviético Nikolay Cherkasov.

"Filmó con Eisenstein, que fue uno de los grandes directores. Le dirigió una obra maravillosa sobre Iván el Terrible, que fue uno de los zares que hicieron historia. Y luego hizo el Quijote de la Mancha, y mi opinión es que él ha sido el mejor Quijote que he visto; he visto españoles muy buenos, pero nunca como el de Cherkasov."

"En un viaje que hice a Moscú, invitado a un festival de cine por Macario, en una reunión vi desde lejos a este gran actor. Hable con él a través de mi interprete, le dije que lo admiraba mucho y que pensaba que era el mejor actor que había visto en mi vida. Le pregunté cómo era su sistema de trabajo y me dijo: 'Se llama Nikolay. Y tú, cuando seas un actor reconocido, tendrás un estilo propio de actuación y tu sistema de trabajo se llamará López Tarso'".


yh

  • Yair Hernández
  • juan.hernandez@milenio.com
  • Es periodista especializado en temas de cultura y entretenimiento. Actualmente trabaja como reportero para Milenio.

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