María Elena Velasco se hizo de un lugar en la comedia mexicana gracias a su entrañable personaje conocido como La India María, una mujer indígena originaria de San Juan de Los Burros que migra a la ciudad en busca de mejores condiciones. Sin embargo, su carrera artística no surgió de la noche a la mañana y antes de interpretar al papel que le daría fama, se desempeñó como vedette en el cine y teatro nacional.
La actriz, hija de Tomás Velasco y María Elena Fragoso, nació el 17 de diciembre de 1940 en la ciudad de Puebla. Pocos saben que era una experta en música clásica y ballet, además fue discípula de dramaturgos de la talla de Hugo Argüelles. Sus primeros pasos en el medio artístico fue como bailarina y se presentó en varios teatros.
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"Su infancia era de lo más sencilla, de lo más humilde... Vivían con mucha estrechez. Hay infancias trágicas, la de mi mamá no, pero tenían los problemas de cualquier familia de un entorno muy sencillo, proletariado. No pasó hambre. Siempre había frijoles, pero hubo de comer", recordó su hija Goretti Lipkies.
A mediados de la década de 1960, el padre de María Elena Velasco enferma y es hospitalizado de emergencia, motivo por el que la familia se muda a la Ciudad de México.
La historia detrás de los inicios de María Elena 'La India María'
Tras el fallecimiento de Tomás Velasco, la familia decide quedarse en la capital del país. Poco después a María Elena se le ofreció la oportunidad de trabajar como bailarina en el Teatro Blanquita, ahí descubrió su pasión por las artes escénicas, especialmente por el canto.
"Ella descubrió que quería cantar, y entonces había que hacerlo bien o lo mejor posible. Yo creo que en el momento en que ella piso el escenario se deslumbró... Desde luego no era ni la más bonita, ni la mejor bailarina, ni la que mejor cantaba, pero si te puedo decir que era muy disciplinada y muy dispuesta a aprender", recuerda su hija.
Fue así que la actriz comenzó su carrera como vedette y participó en destacadas películas, entre ellas Los endemoniados del ring (1964) y Los tres mosqueteros de Dios (1967).
Un día mientras recorría la avenidas de San Juan de Letrán se le vino a la mente una creativa idea que daría paso al nacimiento de La India María: "Cuando viene esta migración de mazahuas a la Ciudad de México, obligadas por la necesidad obviamente, a lo largo de esa avenida que llevaba al teatro de revista Blanquita, que era el que sobrevivía en ese momento, ella pensó: '¿y qué pasa si yo las interpreto?'", apunta Goretti Lipkies.
amt