José Eduardo Derbez protagonizó una anécdota que bien podría ser el guion de una película de suspenso, cuando una celebración aparentemente inocente se tornó en un momento de gran tensión, según relató en el podcast 'El Búnker'.
El actor asistió a una boda en Atlixco, Puebla, acompañado de su novia Paola Dalay y un grupo de amigos. Sin embargo, la noche dio un giro inesperado cuando comenzó a notar situaciones extrañas en la carretera.
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José Eduardo Derbez sintió miedo por pensar que lo iban a secuestrar
Durante su participación en el podcast de Mau Nieto y el cantante Román Torres, José Eduardo Derbez y su novia, Paola Dalay, compartieron una anécdota que comenzó como una noche de diversión y terminó convirtiéndose en un episodio inquietante.
La pareja, junto con otros amigos, regresaba a la Ciudad de México después de asistir a la boda del también actor Faisy, celebrada en Atlixco, Puebla. Lo que empezó como un viaje lleno de música y buen ánimo, pronto se transformó en una experiencia que les quitó el aliento.
Todo transcurría con normalidad hasta que, de repente, el automóvil en el que viajaban fue interceptado en la carretera por un grupo de hombres armados. La situación tomó a todos por sorpresa, y José Eduardo no tardó en asumir lo peor, pensando que estaban a punto de ser víctimas de un secuestro.
Paola Dalay, entre risas, recordó el momento en el que la situación cambió drásticamente: "La borrachera se nos bajó en dos segundos".
La paranoia de José Eduardo aumentó cuando dos de los acompañantes decidieron bajar del coche para hablar con los sospechosos, un movimiento que parecía arriesgado ante la posibilidad de que fueran delincuentes peligrosos.
"Intentaron abrir la camioneta. Estábamos abrazados, llorando, ya valimos, o sea ya", recuerda Paola.
Mientras tanto, José Eduardo permanecía inmóvil en el asiento, convencido de que el desenlace sería negativo. "Pensé que nos iban a secuestrar, que ya habíamos valido", confesó el actor, al recordar los intensos minutos de incertidumbre.
Resultaron ser fanáticos del actor
Sin embargo, lo que parecía ser una escena sacada de una película de suspenso, terminó con un giro inesperado. Los hombres armados no eran criminales, sino agentes de la Guardia Nacional que llevaban a cabo un operativo de revisión rutinaria en la zona.
José Eduardo recordó que los miembros de la Guardia Nacional resultaron ser admiradores de él y comenzaron a pedirle fotos hasta que finalmente subieron a su vehículo y se fueron:
"Todo pasó muy rápido, nos volteamos a ver y dijimos '¿Qué acaba de pasar?".
La situación, que había comenzado con tensión, se convirtió en un momento cómico para José Eduardo y sus acompañantes, quienes respiraron aliviados al saber que todo había sido un malentendido.
Paola concluyó la anécdota señalando que, aunque la experiencia fue aterradora en su momento, ahora la recuerdan como una historia divertida para contar.
"Nunca habíamos pasado por algo así, pero por suerte todo quedó en susto y risa", afirmó.
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