Liam Payne, conocido por su papel como miembro de la exitosa boy band One Direction, enfrentó una lucha constante contra las adicciones y problemas de salud mental a lo largo de su vida.
Desde su ascenso a la fama a los 16 años hasta su trágica muerte en octubre de 2024, su historia es un reflejo de los desafíos que muchos artistas enfrentan en la industria musical.
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La presión de la fama
La carrera de Liam Payne despegó cuando se unió a One Direction en 2010, tras haber sido seleccionado en el programa The X Factor. La fama llegó rápidamente, convirtiendo al grupo en uno de los fenómenos musicales más grandes del mundo.
Sin embargo, la presión de estar bajo el constante escrutinio público y las exigencias de la industria musical tuvo un impacto significativo en su salud mental.
Desde el inicio, Payne experimentó ansiedad y ataques de pánico, lo que lo llevó a confesar en entrevistas que había días en los que le resultaba difícil salir de su habitación debido al estrés acumulado.
Abuso del alcohol
Para lidiar con esta presión, Liam recurrió al alcohol como una forma de aliviar su ansiedad. En varias ocasiones, describió cómo el alcoholismo se convirtió en una manera de enfrentar el estrés y la soledad que sentía, especialmente después de la separación de One Direction.
Sin la estructura que le proporcionaba la banda, el vacío emocional se hizo palpable, llevándolo a una profunda depresión. En sus propias palabras, “había días en los que mi día empezaba y terminaba con una bebida”.
Payne confesó que sus primeros pasos en el alcoholismo comenzaron mientras era parte de One Direction. Los integrantes estaban aislados en los cuartos de hotel por motivos de seguridad, y se encontró en una situación donde el minibar se volvió tentador:
“¿Y qué había allí? ¡Minibar! Así que bebía solo, y eso se mantuvo conmigo durante muchos años”. Esta dependencia al alcohol se convirtió en un escape, pero también en una carga que pesó cada vez más en su vida personal y profesional.
Búsqueda de ayuda
A pesar de sus luchas, Liam tomó la valiente decisión de buscar ayuda profesional. En 2021, ingresó en un programa de rehabilitación para tratar su dependencia al alcohol y abordar sus problemas emocionales.
Durante este proceso, comenzó a trabajar con terapeutas y adoptó prácticas como la meditación para manejar su ansiedad. En sus intervenciones públicas, enfatizó la importancia de pedir ayuda, afirmando que hacerlo no es un signo de debilidad.
La llegada de su hijo Bear fue un punto de inflexión para Liam, quien expresó que encender el teléfono tras su nacimiento había sido uno de los mayores desafíos que enfrentó, ya que la fiesta “había terminado para él”.
Comportamiento errático en Argentina, previo a su muerte
Varios testigos presenciales informaron a TMZ que Liam Payne había estado “actuando de manera errática” en el lobby del Hotel CasaSur Palermo en Argentina, donde se había hospedado antes de su muerte.
Según los informes, el ex miembro de One Direction destrozó su computadora portátil, un comportamiento que sorprendió a quienes lo rodeaban y que fue alarmante para el personal del hotel.
El comportamiento errático de Liam no pasó desapercibido; los testigos relataron que el cantante parecía agitado y distante, como si estuviera lidiando con una tormenta interna.
Debido a su conducta inquietante, fue necesario que el equipo de seguridad del hotel lo llevara de vuelta a su habitación. Estas acciones no solo reflejan un momento de crisis, sino que también son un indicativo de la lucha interna que enfrentaba en sus últimos días.
Las circunstancias de su muerte aún están bajo investigación, mientras la policía busca determinar si se trató de un accidente o un suicidio.