La actriz, bailarina y cantante Lyn May se ha caracterizado por ser una mujer polémica y liberal, que siempre cuenta con una sonrisa en el rostro y actitud positiva; sin embargo, esto no siempre fue así, ya que sus primeros años de vida fueron opacados por la violencia y las carencias económicas.
A los 6 años de edad se vio en la necesidad de trabajar para apoyar la economía familiar, de acuerdo con la vedette, vendió de todo, particularmente collares y ropa que su propia madre confeccionaba, además, también movía ‘la panza’ a los turistas para intentar llevar dinero al hogar.
Lyn May creció entre la violencia y abusos
Al ser la mayor de cinco hermanos asumió el rol de proveedora, mientras Alejandra su madre se quedaba en casa a cuidar a los otro cuatro hijos. Contrario a lo que podría pensarse, su padre estuvo presente durante esta etapa; sin embargo, solo aportó violencia al entorno familiar en que el que la actriz se desarrolló.
Uno de los recuerdos que más marcaron esta etapa y vida de Lyn May es el abuso cometido por parte de una pareja de su abuela. May relata que cuando su abuela la cuidaba le gustaba acostarla sobre una hamaca, no obstante, cada que llegaba este hombre al que Lyn recuerda con miedo su abuela se retiraba a la cocina para darle de cenar, dejándola sola con él.
Estos momentos de descuido eran aprovechados por el señor, quien realizaba tocamientos a la que entonces era una niña, situación que se convirtió en una rutina diaria por muchos años.
Casaron a Lyn May con su violador
La historia de abusos regreso apenas a los 13 años, cuando ella trabaja en una lonchería de la Costa Grande, ahí conoció a un marinero recién llegado al puerto, quien con el paso de los días se ganó su confianza hasta que al mes de conocerse él le ofreció llevarla a la Ciudad de México, oferta que Lyn aceptó.
Al llegar a la capital el hombre la violó en un hotel; Lyn logró denunciar al sujeto y las autoridades lo detuvieron, no obstante, el padre de Lyn obligó al violador de su hija a responder por sus actos y casarse con ella.
A partir de ese momento la violencia física y sexual se volvió una constante, aún estando embarazada con solo 14 años de edad.
“Eso me pasa por andarme metiendo con chamacas idiotas”, le gritó el marino la primera vez que Lyn se negó a tener relaciones sexuales.
La actriz confesó que embarazada el hombre le daba patadas para provocarle un aborto. Inmediatamente dio a luz Lyn May volvió a quedar embarazada, solo que esta vez no estaba dispuesta a soportar maltratos así que tomo a su hija recién nacida y abandonó el hogar, regresando a Acapulco con su madre y terminando una vida de violencia, al menos hasta ese momento.
FM