Hoy, Meryl Streep, una de las actrices más talentosas y queridas de Hollywood cumple 71 años, en los que ha forjado una de las carreras actorales más exitosas en la industria habiendo sido nominada 21 veces al Oscar. Sin embargo, los inicios de esta fueron un poco atropellados, hasta el punto en el que fue rechazada de un protagónico por ser "fea".
Sin duda, a nadie la pasaría por la cabeza que, con esos marcados pómulos y esa alta y distinguida figura pudieran ser considerados feos. Sin embargo, la actriz relató en The Graham Norton Show de la BBC que, cuando era joven, la rechazaron en la primera entrevista para interpretar a la protagonista de King Kong en 1976 pues el productor la consideró "demasiado fea".
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Meryl relató la ocasión en la que intentó audicionar para aquel protagónico frente a Dino De Laurentiis a quien pudo contactar gracias al hijo de este, quien la había visto actuar en una obra de teatro, en donde se convenció de los dotes artísticos de Streep.
Así que ella subió hasta uno de los últimos pisos del edificio Gulf & Western en donde el productor tenía una gran y hermosa oficina con una impresionante vista a todo Manhattan, relató Streep. Laurentiis se encontraba sentado tras su escritorio, acompañado por su hijo, quien se veía orgulloso de haber "descubierto" a una nueva actriz.
Tan pronto como Streep entró a la habitación, el productor preguntó a su hijo en italiano: "Che bruta. ¿Por qué me traes esta cosa tan fea?", relató la actriz con tono burlesco.
Sin embargo, Laurentiis no contaba con que Meryl podía entender y hablar su idioma por lo que lo tomó desprevenido la ruda respuesta de Meryl, en perfecto italiano: "Entiendo a la perfección lo que está diciendo y lamento mucho no ser lo suficientemente hermosa para aparecer en King Kong".
El papel terminó en manos de Jessica Lange, sin embargo, la historia tuvo un final feliz, por su puesto. Hollywood terminó por rendirse a sus pies cuando obtuvo su primer papel para la pantalla grande, en Julia, y un año después, recibió su primera nominación al Oscar por su papel en la película El Cazador en 1978.
Meryl ha participado en un sin fin de películas y ha dado vida a muchos personajes que le han valido el reconocimiento no sólo de la academia, sino de toda la industria cinematográfica. Es una de las pocas actrices que ha ganado tres Oscar, aunque muchos afirman que debería haber ganado más.
Su preparación para interpretar a sus personajes es impecable, llegando al punto de no haberle dirigido la palabra a Anne Hattaway durante la filmación de The Devil Wears Prada, en donde interpretó a Miranda Priestly, uno de los papeles que le ha dado más popularidad en los últimos tiempos.
cjr