Tom Cruise y Nicole Kidman fueron de las parejas más famosas en los años 90, se conocieron a finales de 1989 y se casaron un año después, volviéndose una de las parejas favoritas para la prensa durante los 11 años que estuvieron juntos.
Encarnaban lo que parecía una pareja perfecta hasta que todo terminó. La versión oficial es que sus carreras profesionales les separaron pero ella tuvo que firmar un contrato de confidencialidad y justamente en 2001, se le vio salir de la oficina de los abogados donde firmó el divorcio, más feliz y radiante que nunca.
Estas fotos pasaron a la historia debido a que al ser considerados la “pareja favorita de Hollywood” al dar a conocer la noticia de su divorcio se pensó que ambos estarían devastados, pero a Kidman se le vio contenta, mucho tiempo se especuló que la razón de su divorcio se debía a la presión de Cruise hacia ella, incluso en 2001 la actriz le dijo al presentador David Letterman sobre su divorcio: “Bueno, ahora puedo llevar tacones”.
No fue hasta 2012 cuando habló en DuJour Magazine. sobre cómo vivió el divorcio en esos años y mucho le atribuyó a la prensa sobre su separación con Tom:
“Me enamoré locamente, apasionadamente. Hubiera ido a los confines de la tierra por él, explicó.
También remarcó que, debido a la presión mediática en general, y al acoso de los paparazis en particular, estaban “en una burbuja”:
“Solo nosotros dos. Nos volvimos muy dependientes el uno del otro”. La ruptura, tal como ella misma confesó, “fue un shock”. “Me tomó mucho tiempo recuperarme”, relató.
A.G.