Oscar Burgos dice que estuvo “muerto por tres minutos” tras complicación en cirugía estética

En el podcast que tiene con su hijo, el conductor y comediante detalló esta situación que le ocurrió hace años: "Se me fueron llenando de agua los pulmones hasta que colapsé y tuve un paro respiratorio, y que me les voy”.

Esto se lo contó a su hijo en un podcast | Captura
Ciudad de México /

Oscar Burgos se está mostrando muy abierto en cuanto a su vida personal durante el podcast que realiza junto a su hijo, Burgos aquí Burgos allá, al grado que ya reveló que quiere volver a convertirse en padre junto a Carolina, su esposa 37 años menor que él.

En el más reciente capítulo de dicha emisión, el conductor de Multimedios habló de otra situación intima que en su momento resultó fuerte: la ocasión que "estuve muerto por tres minutos" debido a una complicación en una cirugía estética.

¿Qué le pasó a Oscar Burgos durante cirugía que se complicó?

Frente su hijo, Burgos recordó que hace tiempo, mientras estaba casado con Karla Panini, se sometió a una operación para “quitarme las bolsas de los ojos, con la edad se te va cayendo el parpado”.

Un día antes de la intervención, por recomendación del doctor no cenó, aunque “en la noche empecé a sentir un cuadro gripal, se me tapó la nariz y me eché Afrin. En la mañana me despierto muy temprano, creo que la cirugía era a las 7 de la mañana. Resulta que le debí haber dicho al doctor que traía Afrin”.

Por esta omisión, la cirugía se complicó: “Duró como seis horas. (…) Se me fueron llenando de agua los pulmones hasta que colapsé y tuve un paro respiratorio, y que me les voy”.

Ante esta situación, el doctor que lo estaba operando llamó de inmediato a un colega, “un intensivista, esos profesionistas te sacan de la muerte”.

“Llega el intensivista a la sala de operaciones y yo ya estoy muerto, fueron tres minutos que estuve muerto y el vato que me revive”.

¿Cómo se sintió Oscar Burgos durante los “tres minutos que estuve muerto”?

Burgos detalló que durante la operación “empecé a toser y me desperté, y no podía dejar de toser pero me ahogaba, no podía respirar, solo echaba aire para afuera pero no para adentro, mis pulmones estaban llenos de agua, no podía recibir oxígeno”.

“Entonces, me dio mucho sueño y me quedé dormido, pero no vi ninguna luz; es como dormir sin soñar”, añadió.

Entonces, el intensivista lo revivió y “vuelvo a verlos a todos”. Pero volvió a cerrar los ojos hasta que tres días después “estaba con las piernas vendadas por la circulación de la sangre y lleno de cables, me habían metido un tubo por la garganta, sientes fuegos en toda la garganta y no puedes ni tomar agua”.

“Cuando abrí los ojos a los tres días, estaba ahí mi familia, mi hermano Paco, los papas de Karlita, estaba ella y dije ‘Una raya más a tigres’. Así fue”, zanjó Oscar.

Hc

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