¿Qué es el herpes zóster, la enfermedad que padece Romina Marcos?

La influencer reveló la complicada enfermedad que padece, provocando preocupación en sus seguidores

¿Qué es el Herpes Zoster? La enfermedad que padece Romina Marcos
Alexandra González
Ciudad de México /

Romina Marcos, hija de Niurka Marcos, generó inquietud entre sus seguidores al publicar un video en su cuenta de Instagram en el que reveló la enfermedad con la que está lidiando.

La participante de 'MasterChef Celebrity' compartió que su padecimiento está relacionado con la ansiedad y el estrés, y como consecuencia de estas condiciones, su cuerpo reaccionó desarrollando una enfermedad llamada Herpes Zóster.

El herpes zóster, también conocido como culebrilla, es una infección viral que generalmente afecta a personas que han tenido varicela en el pasado.

¿Qué es el Hérpes Zóster?

De acuerdo a la Secretaría de Salud de México, el herpes zóster es una infección originada por el mismo virus que causa la varicela (varicela zoster) y también se conoce como culebrilla.

Suele afectar principalmente a adultos, y se estima que alrededor del 20% de la población puede desarrollar esta afección.

Después de haber tenido varicela en la niñez, el virus permanece latente en el cuerpo y puede permanecer en estado inactivo durante años.

Sin embargo, en situaciones en las que el sistema inmunológico se encuentra debilitado, como en el caso de enfermedades como el VIH, la diabetes o el cáncer, el herpes zóster puede manifestarse.

Los síntomas comunes de esta enfermedad incluyen malestar general, fiebre, trastornos gastrointestinales, dolor de cabeza y la aparición de vesículas dolorosas a lo largo de un nervio, generalmente en la zona del tórax o la espalda baja.

Estas vesículas pueden ir acompañadas de una neuralgia, que es un dolor intermitente persistente en el nervio afectado.

Es importante señalar que el herpes zóster no se contagia de persona a persona directamente. Sin embargo, durante la fase de vesículas, una persona que nunca ha tenido varicela podría contagiarse al entrar en contacto con las lesiones.

Aunque no existe una cura definitiva para esta afección, el tratamiento suele centrarse en administrar medicamentos antivirales que combaten el virus y ayudan a reducir el dolor y prevenir complicaciones adicionales.

Así detectó Romina Marcos que padecía esta enfermedad

Romina Marcos identificó que estaba padeciendo esta enfermedad a través de síntomas específicos que experimentó en su cuerpo.

Relató que, en los días anteriores, comenzó a sentir un dolor de cabeza en el lado derecho de su rostro. Inicialmente, no le dio mucha importancia ya que lo consideró un dolor de cabeza común, pero al ver que persistía y evolucionaba, decidió consultar con su médico.

Ella relató que visitó a su médico, quien en un principio sugirió que su malestar podría ser debido a la ansiedad. Sin embargo, su situación se agravó cuando empezó a sentir sensaciones punzantes en la frente, acompañadas de ardor, y notó la aparición de manchas rojas tanto en la frente como en el párpado derecho.

"Fui con mi doctor y me comentó que probablemente se debía a la ansiedad, pero después empecé a sentir como agujas en la frente, mucho ardor y vi agujas en la frente, y vi que me salían manchas rojas en la frente y en el párpado derecho”.

Romina explicó que su padecimiento probablemente estaba relacionado con el estrés y la ansiedad que estaba experimentando. Además, compartió que ya se encontraba en tratamiento y que su respuesta al tratamiento había sido positiva.

En su explicación, Romina mencionó que el diagnóstico fue herpes zóster y explicó que la enfermedad podría haberse manifestado debido a la somatización de sus emociones.

“Lo que tengo es herpes zoster. La razón: somaticé mis emociones. Al no trabajar un dolor psíquico, el cuerpo lo saca, lo deja salir, lo libera. Si tú no te estás haciendo cargo de tus emociones, tu cuerpo llega un momento en el que ya no las puede cargar”.

Ella destacó la importancia de atender las emociones y la salud mental, ya que considera que descuidar esos aspectos la llevó a padecer esta enfermedad. 

Reconoció que este proceso de tratamiento requería paciencia y reflexionó sobre la necesidad de priorizarse a sí misma y defender su bienestar emocional.

"Es un proceso de mucha paciencia. Lo más fuerte de estar viviendo esto es que yo solita, al no trabajar en mí, al no trabajar en mi salud mental llegué a este punto. ¿Por qué? Pues porque no me puse como prioridad, no me puse primero, no defendí lo que soy", relató.


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