Aunque su carrera ‘explotó’ en México gracias a su espectáculo como vedette y sus múltiples participaciones en películas y programas de televisión, Juana Amanda Seux Ramírez, su nombre de pila, nació al sur del continente, en Paraguay, el 3 de enero de 1948.
Vivió una infancia complicada, situación que moldeó su carácter aguerrido. “Mi papá era un militar hijo de francés y si no le llevaba la leche para la niña, que era yo, (mi mamá) iba con un palo así de largo para pegarle a mi papá al regimiento. Por eso Wanda Seux tiene este carácter, por eso Wanda Seux no se deja”, declaró en el programa El minuto que me cambio mi destino, del periodista Gustavo Adolfo Infante, en el 2017.
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Tras la ruptura de sus padres, su mamá decidió rehacer su vida con otro hombre y mudarse con la pequeña a Orán, un pueblo ubicado en la provincia de Salta, en Argentina.
Inicios artísticos de Wanda Seux
“A los dos años supe lo que era el aplauso y el éxito”, recordó Wanda sobre su comienzo en el mundo del espectáculo siendo parte de obras infantiles.
Tras protagonizar algunos festivales escolares, la pequeña decidió incursionar formalmente en el modelaje bajo el nombre de Amanda Seux. Su afán por mayor reconocimiento fue creciendo y, a principios de los años 70, decidió mudarse a Buenos Aires y cambiarse el nombre.
“Me decían: ‘Amanda parece nombre de una matrona, nombre de una gorda’. Me dijo un novio que jugaba al polo: ‘¿Por qué no te pones Wanda Seux?’. Y me encantó”, reveló.
Tras su llegada a la capital argentina, Wanda se dedicó a bailar danza árabe en diversos locales, hasta que en 1973 el reconocido coreógrafo y bailarín argentino Éber Lobato la descubrió y decidió invitarla a ser parte del espectáculo Escándalos. A partir de entonces, Wanda comenzó una gran carrera como vedette.
Llegada a México
El promotor Hugo López fue el responsable de que Wanda llegara a México en 1976. En ese entonces ella tenía un show equiparable a los espectáculos de Las Vegas, lo que hizo que rápidamente se encumbrara como la vedette estrella del cabaret El Capri, ubicado en el desaparecido Hotel Regis. De ahí saltó al Marrakesh, un centro nocturno que pertenecía a Televisa.
Su cercanía con varias figuras del espectáculo y su gran belleza - le decían la Barbie de las vedettes - provocaron que pronto fuera requerida para una producción cinematográfica: El arracadas (1978), dirigida por Alberto Mariscal y protagonizada por Vicente Fernández.
Chile picante (1983), Entre ficheras anda el diablo (1984) y Central camionera (1888) fueron otras cintas donde participó Wanda dentro del llamado cine de ficheras, un género cinematográfico que floreció en los años ochenta.
Además, Seux apareció en algunas telenovelas, siendo las más destacadas Salón de belleza (1985, que marcó su debut en este formato), Alcanzar una estrella (1990) y Atrévete a soñar (2010).
Un aspecto que siempre provocó morbo sobre Wanda fue su vida sentimental, pues se casó con un hombre árabe y tuvo romances con el político Enrique Jackson y el actor Eduardo Yáñez, entre otros famosos.
"Era amigo de la familia. Yo tenía 23 años y él tenía 60 años, y duró 5 años. Se consumó el matrimonio y lo quería porque lo veía desde chiquita. Me casé porque, cuando mi padrastro se juntó con mi mamá, tenía muchísimo dinero, y después, en un momento dado que se va a perder todo lo que hay, hay que salvar", contó sobre su único matrimonio.
Una vedette icónica
Aunque en sus últimos años Seux enfrentó situaciones de salud poco favorables y cierto abandono por parte de muchas personas con las que vivió su 'época de oro', ella los pasó con alegría a lado de sus numerosas mascotas.
Esto quedó retratado en Bellas de Noche (2016), documental de la cineasta María José Cuevas donde también participaron otras vedettes como Olga Breeskin y Lyn May.
"Me siento la mujer más feliz del mundo de vivir en México, de saber que mis cenizas van a quedar aquí. Me siento orgullosa de este país, con gente leal, con gente que se entrega.(...) Yo aquí aprendí a decir gracias, aprendí a decir perdón. Aquí se me enseñó a ser un ser humano", le reveló Wanda Seux a Gustavo Adolfo Infante.
"Yo olvido todo, perdono todo, estoy en paz y en armonía. Cuando me da el preinfarto, yo le digo a Dios: 'Dios, a la vida nada le debo, éste es mi momento, te espero que vengas por mí'. Yo ya he cumplido todo", agregó.
yhc