El detrás de cámaras es de los aspectos poco pensados entre la audiencia que ve a sus artistas favoritas en la televisión; el foco de atención se resume en el glamour, pero todo el recorrido hacia los 'cuernos de la luna' es una imagen borrosa que el espectador no percibe, aquel camino donde fueron devoradas por el dinero y la sed de lujuria de criminales.
En Las señoras del narco, la periodista Anabel Hernández reflexiona sobre la responsabilidad social que cargan aquellas 'bellezas de aparador' cuando deciden involucrarse con los jefes del crimen organizado.
Y es que la autora destaca la importancia que tuvieron las mujeres que se relacionaron sentimentalmente con los capos, pues son descritas como el 'motor' que los incentivaba a continuar con sus fechorías, especialmente a Arturo Beltrán Leyva, quien era adicto a la compañía femenina.
Por los pasillos de aquellos recintos donde se hospedaba 'El jefe de jefes', como era conocido, se veían caminar a decenas de hermosas mujeres, relata el libro.
Y aunque como dijo Galilea Montijo: ella es libre de acostarse hasta con Spiderman, lo cierto es que la "nómina" que presuntamente recibía por ser la novia del capo era fruto de muertes, secuestros, lavado de dinero, venta de drogas y otros delitos.
¿Quiénes son las famosas presuntamente ligadas al narco?
Celeste, amiga íntima de Beltrán Leyva por más de una década y con quien incluso tuvo una hija, fue la encargada de revelar la identidad de aquellas acompañantes de los criminales.
Desde Galilea Montijo hasta Ninel Conde son algunas de famosas que tuvieron nexos con el líder de los Beltrán Leyva y otros integrantes del cártel; sin embargo, quien tuvo mayor eco en Arturo fue la tapatía, para él era un premio estar con la mujer más popular en México, aquella que estaba fuera del alcance de los "mortales".
Galilea Montijo
En la década de los 2000 Galilea Montijo era la estrella del momento al ser conductora de Vida TV, haber ganador Big Brother VIP, salir en telenovelas y posar para una revista de caballeros, por lo que Beltrán estaba más que atraído hacia la tapatía.
"¡Mira lo que traigo!", como si de un juguete nuevo se tratara, es cómo Arturo le contó a Celeste sobre su nueva relación, a quien presuntamente le habría financiado algunos arreglos estéticos pues oficialmente ya eran novios. "Ya la tengo de planta".
Galilea no era bien vista por los demás miembros del cártel pues desaprobaron que recibiera un sueldo de 200 mil dólares mensuales, lo cual estaba mal visto entre los criminales porque aquellas nóminas son exclusivas para las esposas y ella no lo era.
La relación duró un tiempo, pero finalmente el capo se aburrió de la famosa y la sustituyó.
Lili Brillanti
Otra presentadora que destaca en el libro es Brillanti, pero su encuentro con el capo resultó fugaz debido a que la consideraba "aburrida" y prefería a su compañera de programa: Galilea Montijo; incluso a Lili la recuerdan por intentar desesperadamente quedar embarazada de Beltrán, pero ello era prohibido. "Estaba obsesionada con él".
Ninel Conde
A la bailarina la conoció Beltrán Leyva en una casa de Jardínes del Pedregal, en la Ciudad de México; por aquel momento le pagaron 100 mil dólares, mismos que al parecer le entregó Violeta Vizcarra, mujer que llamaba 'tío' al narcotraficante. Ese día recuerda Celeste que 'El bombón asesino' "se encerró con él como 5 horas".
Conde llegó a quitarle el lugar a Montijo, pues el delincuente ya estaba "obsesionado" con ella. Las reuniones eran contadas debido a que la famosa estaba casada en ese entonces con el empresario Juan Zepeda.
"No tengo tiempo, no puedo... déjenme ver y les doy una fecha".
Violeta Vizcarra
El nombre y rostro de esta joven fue lo que inspiró la portada del libro, según relata la autora; ella es uno de esos perfiles bajos que nadie sospecharía su nexo con el narco. Ha salido en portadas de revistas de socialité de la Ciudad de México, pero realmente fue clave para 'enganchar mujeres' con destino al palacio de Beltrán.
Karla Panini y Luna
Las comediantes saltaron a la fama con sus personajes "Las Lavanderas" y mantenían también un lazo con el capo, especialmente Luna, que recibió apoyo financiero importante por parte de Beltrán; con Panini fue distinto ya que -al igual que Brillanti- también "le daba flojera" y sus encuentros fueron escasos.
"Ella (Karla Luna) trabajaba mucho y su esposo era muy flojo... le dio ayuda porque creo que tenía un familiar enfermo, era una gran amiga de él... dijo que era una gran mujer".
Patricia Navidad
La actriz y modelo es de las figuras públicas que sorprendió al nunca negar su relación con el líder del cártel; a ella la llevó Violeta Vizcarra, quien tenía facilidad para conocer estrellas por el círculo social que frecuenta.
Mariana Ríos
La modelo ganó el certamen Señorita México en el año 2000 y recibió ropa lujosa así como un automóvil costoso a cambio de pasar tiempo junto al capo; la propia Celeste fue quien la llevó con el narcotraficante, pero su gusto por la joven no era mayor, pues consideraba que 'no estaba a la altura', pese a los esfuerzos de ésta por figurar más en la vida del narcotraficante. "Llegan sirvientitas y salen hechas patronas", se lee en el libro.
Dorismar
La presentadora de televisión era "visita segura" para Beltrán Leyva, según el testimonio de Celeste, la conductora buscaba estar cerca del criminal, quien la recibía con frecuencia en sus aposentos.
La lista de mujeres que ‘amaron en el infierno’ a uno de los narcotraficantes más peligrosos de México es larga, pues aunque se tratara de visitas ‘exprés’, el hombre siempre deseaba conocer más mujeres; su lujuría -como lo describe Celeste- era interminable y eso lo hacía sentir vivo aún en los momentos que parecía estaba por ‘tirar la toalla’.
KVS