William Levy rompió el silencio sobre su arresto en Miami, Estados Unidos, durante una reciente entrevista en el programa español El Hormiguero. El actor cubano, conocido por sus papeles en telenovelas y producciones de Hollywood, habló con naturalidad sobre el momento en que fue detenido, asegurando que no fue una experiencia grave y que incluso logró hacer amistades mientras estuvo en el calabozo.
“No fue nada grave. Hice amigos en el calabozo. Me tomaron las huellas y luego me fui”, relató Levy entre risas, dejando claro que no se trató de un incidente serio. Sus declaraciones generaron sorpresa y comentarios divididos en redes sociales, donde muchos aplaudieron su sinceridad mientras otros criticaron su actitud relajada ante lo ocurrido.
William Levy explicó que su arresto fue algo que me pasó a mayores y no consideró grave como se ha especulado y relató que fue lo que sucedió en realidad.
“Sí, fue hace poco. No pasó nada grave. No fue como se ha especulado. Estábamos tomando una copa el padre de uno de los chicos del equipo de mi hijo y yo. A la hora de pagar la cuenta, con todo su derecho, quiso chequear la cuenta porque habían puesto algo de más. Había una persona en la barra y empezaron a discutir. El hombre se paró en medio y yo me puse ahí porque lo mejor es evitar que la situación escale”.
“Me arrestaron porque quisieron, yo ya estaba fuera del restaurante”.
Durante la conversación, William Levy dejó claro que no hubo violencia y que su detención fue más una decisión de procedimiento que una consecuencia directa de algún delito.
“Nos dejaban ir porque no había pasado nada. Estábamos a punto de irnos, pero las formas de echarnos estaban fuera de lugar. No eran formas, somos hombres, padres… no hay que llegar a ese punto. Me arrestaron porque quisieron, yo estaba fuera del restaurante en ese momento. Me llevaron. Pero no pasa nada, es una experiencia más en la vida":
Lejos de mostrar molestia o arrepentimiento, Levy abordó la situación con humor y reveló que hasta vivió un momento surrealista durante su breve paso por la celda:
“No dormí, pero hice nuevas amistades. Me pasó algo cómico allí. Nos llevaron a la celda y ya dentro cuando nos dieron el desayuno, lo peor que he visto en mi vida, un joven al lado mío me dijo ‘ey, te doy galletas por tu sandwich’. ¿De dónde las había sacado? Y me mira y las saca de un bolsillo de la camisa con una cara… Pensé que había una cámara oculta. Se lo regalé, yo no tenía hambre. Luego me di cuenta que eran las de la cena que las había guardado”.
JCM