El embrujo del flamenco llegará de nuevo al escenario del Teatro de la Ciudad Esperanza Iris, el próximo sábado 16 de agosto a las 19:00 horas, con Flamenco a compás de un latido, un espectáculo vibrante y conmovedor que entrelaza la danza, la música y la poesía para rendir tributo al alma andaluza y al legado del poeta Federico García Lorca.
La función representa, además, un regreso profundamente simbólico: la maestra Lourdes Lecona, directora, coreógrafa y corazón del montaje, vuelve a uno de los escenarios más importantes en su formación artística, el mismo que la vio nacer como bailaora profesional y desde donde se proyectó como una de las figuras más relevantes del flamenco en México.

En este retorno a su “casa escénica”, Lecona presenta un espectáculo maduro, apasionado y meticulosamente construido, que se nutre tanto de la tradición como de una sensibilidad contemporánea. Flamenco a compás de un latido no sólo es un deleite para los sentidos, sino también una experiencia íntima y colectiva que conecta al espectador con la profundidad emocional de un arte declarado Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad por la UNESCO.
¿De qué trata Flamenco a compás de un latido?
Flamenco a compás de un latido es mucho más que un recital de cante y danza. Es un entramado narrativo en el que la poesía de Federico García Lorca —gran amante y defensor del flamenco— se convierte en columna vertebral de diversos números coreográficos inspirados en su obra: es así como una docena de artistas traducen en movimiento algunos fragmentos de textos pertenecientes al Poema del cante jondo, un conjunto de poemas escritos por Lorca que forman parte de su Romancero gitano, título publicado en 1931.
“También de los Sonetos del amor oscuro, pues lo que yo busco es resaltar el amor y el sentimiento humano en todas sus dimensiones, a través de la narrativa de estas mujeres lorquianas —asegura la maestra Lecona—. Y con la obra de Lorca se busca crear este paralelismo con la mujer de nuestra época, analizar o reflexionar sobre sus códigos o pautas culturales. El montaje consta de 16 escenas en 3 actos y trata de abarcar al poeta en sus diferentes momentos, hablando históricamente, pero también explora la temática gitana y el flamenco, utilizando un lenguaje poético rico en imágenes y símbolos”, comenta.
En escena, la fuerza del zapateado se mezcla con la cadencia de las palmas, los acordes quebrados de la guitarra flamenca y el canto profundo que emerge como un lamento del alma. Todo esto enmarcado en una propuesta visual sobria, elegante y poética, donde la iluminación y la escenografía trabajan en favor de una atmósfera cargada de simbolismo y emoción.
“El proceso de creación, finalmente, es la voz del alma. Esta es una obra que, en su momento, ya presentamos en el Palacio de Bellas Artes y que ahora retomamos por única ocasión, porque contiene un mensaje que merece ser replicado una y mil veces —señala Lecona—. Aquí están algunas coreografías que ya se han presentado, pero no es la misma visión que hace 10 o 20 años. De alguna manera, la madurez y la necesidad de compartir desde tu esencia una obra, va cambiando, se va modificando, se va adaptando, volviéndose una obra cada vez más madura y de mayor calidad”, afirma.
El espectáculo busca, en palabras de su directora, “hacer palpitar el flamenco con un corazón mexicano”. Y lo logra no sólo por el virtuosismo técnico del elenco, sino también por la sensibilidad con que se teje cada número, logrando que el espectador se vea reflejado en las pasiones, los dolores y los gozos universales que el flamenco transmite.
Lourdes Lecona: una vida dedicada al arte flamenco
Con más de cuatro décadas dedicadas al estudio, la enseñanza y la difusión del flamenco, Lourdes Lecona es una figura central en el panorama dancístico mexicano. Su pasión por el arte la llevó más allá del virtuosismo técnico: Lecona es también una investigadora del flamenco, una creadora multidisciplinaria y una maestra comprometida con la formación de nuevas generaciones.
Aunque comenzó a los cuatro años, precisamente en el imponente escenario del Teatro de la Ciudad Esperanza Iris, “siempre se vive como si fuera la primera vez, con la misma ilusión, el mismo nervio y la misma pasión”, afirma la maestra, quien ha presentado su trabajo en distintos países y ha sido galardonada con múltiples reconocimientos, como el Danza UNAM 2019, otorgado por sus aportaciones como coreógrafa, intérprete, investigadora, docente, directora y promotora de la danza en México.
Su estilo se caracteriza por la elegancia, la fuerza emocional y un profundo respeto por la tradición, siempre acompañados de una mirada contemporánea y un enfoque interdisciplinario.
Además de su trabajo escénico, Lecona es gestora cultural, promotora y especialista en difusión de la danza, colaborando con instituciones como el INBAL, la UNAM, el FIC, Fundación Rockefeller y la Embajada de Estados Unidos por más de tres décadas. También es fundadora y directora de cuatro compañías de danza y dos centros culturales.
Un elenco de alto nivel
La función en el Teatro de la Ciudad contará con la participación de un elenco nacional e internacional de primer nivel, como los actores Pedro Mira y Claudia Cabrera. El baile es interpretado por Aline L. Lecona (hija de Lourdes), Ángel Vázquez, Denisse Frías, Fernanda Madrid, Floriselda Ortiz, Gabriela Lara, Leo Cortéz (Ziffe Asis), Mario Piña, Susana Aguirre y Urania Estudillo. Los músicos que acompañan el espectáculo son: Alberto Solís en el cante, Kin Sánchez en la guitarra, Adrián Molina en las percusiones y Rosa Lira en el violonchelo.
“Creo que puede resumirse de esta manera: han habido muchos retos, pero el amor que le tienes a tu profesión va abriendo las puertas. Y claro, hay que dar frutos, hay que dar bonitos resultados y creo que la compañía los ha tenido. Eso también quiero decirlo —recalca la profesora nacida en Ciudad de México—. Se ha sumado siempre gente muy valiosa, destacados artistas, y eso ha facilitado mucho de lo que yo quiero compartir con el público”, dice.
Federico García Lorca, el alma que inspira
El legado de Federico García Lorca atraviesa todo el espectáculo como un río subterráneo que emerge en versos y gestos, en imágenes y silencios. El poeta, quien dedicó gran parte de su vida al estudio y divulgación del cante jondo, es aquí presentado no como un personaje, sino como una presencia espiritual que guía y habita cada fragmento del montaje.
Lorca entendía el flamenco como una expresión auténtica del alma popular andaluza, dotada de una belleza desgarradora y profundamente humana. Su influencia no se limita a los textos recitados: se percibe también en la estructura dramática, en los símbolos visuales (la luna, el caballo, la sangre, la mujer), y en la intensidad emocional que cada cuadro escénico transmite.
De esta manera, Flamenco a compás de un latido se convierte en un homenaje vivo al autor de Yerma, La casa de Bernarda Alba y Bodas de sangre, pero también en una celebración del flamenco como arte total.
¿Cuándo es y qué precio tiene el homenaje a Lorca?
Uno de los principales objetivos de Lourdes Lecona con este montaje es hacer del flamenco un arte cercano, accesible y compartido. Por ello, los precios para esta función única en el Teatro de la Ciudad se han mantenido en rangos populares: los boletos, con un costo de $100 a $300 pesos, estarán disponibles en las taquillas del recinto y a través de Ticketmaster. La duración aproximada del espectáculo es de 140 minutos.
Esta política tiene una intención clara: que nadie se quede fuera de una experiencia que puede transformar, conmover y conectar profundamente con nuestras emociones más auténticas.
“De lo que se trata es de compartir el trabajo. No es una cuestión comercial, pues nuestro trabajo siempre ha sido, de hecho, una misión más que un negocio —confiesa la bailaora—. Hemos recorrido la República, algunas veces solo con un pago simbólico para artistas, pero siempre con la condición de que sean precios accesibles para el público, pues nuestro objetivo es llevar el arte a quien no siempre tiene acceso a ella”