“En la vida diaria soy totalmente normal. Totalmente normal”, dice Héctor Ortiz, quien es considerado el mejor personificador de Elvis de Latinoamérica. Un título que impacta, y que está acompañado por cinco décadas de trayectoria, 39 de puro Elvis Presley. Sentado para la entrevista, Héctor emana el aura del ícono estadunidense: una camisa con el cuello levantado, las clásicas mutton chops (patillas que se popularizaron en los 70) y la sonrisa ladeada; al hablar y contar su historia, Héctor, como él dice, es un tipo ‘totalmente normal’.
El próximo 16 de agosto se presentará por primera vez en el Teatro Metropólitan de Ciudad de México con el concierto Elvis and Friends, en conmemoración de 51 años de carrera para Héctor y el cuadragésimo séptimo aniversario luctuoso de Presley: “Es el aniversario luctuoso, pero nosotros celebramos su vida. Es el número 47. Son 47 años que Elvis no está en este planeta y sigue siendo el rey”, confirma Hector Ortíz en entrevista con MILENIO.
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“Llevo 51 años de carrera profesional y 56 de cantar rock —explica orgulloso—. Meterse en los zapatos de Elvis es una responsabilidad grande, muy fuerte, porque es un personaje muy querido. Todo el mundo idolatra a Elvis. No hay término medio con él”.
“Hay gente que dice interesarse, pero cambian de opinión cuando les explico un poco de quién fue Elvis y cuáles fueron los cambios sociales y musicales, que hizo este chavo sin saberlo, todos los cambios que generó, primero en la sociedad estadunidense y después en el mundo. Es uno de los grandes personajes del Siglo XX”.
Dedicado al rock
Héctor Ortíz también tiene una carrera como actor, tanto en teatro, como en doblaje. En 1973 comenzó su carrera artística con Vaselina, un proyecto que lo hizo coincidir con personalidades como Julissa, Benny Ibarra y Sylvia Pasquel; más adelante también participó en montajes de obras musicales como Jesucristo Superestrella, José, el soñador, ¡Qué plantón! o El show de terror de Rocky.
También ha dejado su marca en el mundo del doblaje en proyectos animados (como Hermie y sus amigos o Los Increíbles 2) y películas como (Dolittle, 2020, y La bella y la bestia, 2017).
“Yo me dedico a cantar rock. Empecé hace 56 años cantando rock en fiestecitas y después me convertí en profesional. Tenemos el tributo a Elvis, por el que soy más reconocido, pero también tenemos un tributo a Jim Morrison, donde también lo personifico, y un tributo a los Bee Gees”, comenta el cantante.
El show
Para Héctor Ortíz y su esposa Angie Vázques, productora del espectáculo, es vital la innovación en los espectáculos, lo que ha propiciado el cambio constante en cada concierto que da en nombre de Elvis. En esta ocasión no es la excepción y aprovechando la celebración de otro aniversario para su carrera, Ortíz contactó a algunos amigos para acompañarlo en este concierto. Ocho, para ser exactos.
“Voy a subir gente que ha sido importante para mí en estos 51 años de carrera, que ha significado algo importante en mi vida. Va a estar padrísimo—explica—. Van a estar Sergio Arau, Memo Ríos, un gran amigo, Cecilia Toussaint, una gran amiga, Imanol, que lo vi nacer; va a estar El Chá, Benny Ibarra, que también va a coproducir el concierto. A Benny lo conocí de tres años cuando fui a audicionar para Vaselina, donde empezó mi carrera profesional, en 1973”.
“Va a ser una noche muy especial y para ellos, que nunca hemos cantado juntos haciendo el tributo a Elvis, van a ser momentos muy padres, yo lo sé”.
Héctor modifica el repertorio constantemente (respetando las clásicas, claro), dándole oportunidad a la extensa discografía de El Rey, y mucho más ahora, meses después del estreno de dos películas que muestran distintas facetas de Elvis: Elvis (2022), protagonizada por Austin Butler, y Priscilla (2023), la dirigida por Sofia Coppola.
Estos dos largometrajes impactaron en la presencia de Elvis en el diálogo común y, naturalmente, también en lo espectáculos de Héctor Ortíz, en donde asegura ver muchos jóvenes y un aire de esperanza para el futuro del rock n’ roll: “Hay muchísimos jóvenes en el show. Dos o tres generaciones nuevas quieren ver el espectáculo de Elvis. Es increíble ver cómo se meten en el show. Llevan a sus niños de ocho o diez años, incluso más chicos, disfrazados de Elvis”.
“Definitivamente hay público para el rock y el rock & roll y lo constatamos todo el tiempo. Cuando hago Rock Legends se ve cómo se clavan los chavos, cómo se emocionan. Como decían Danny & the Juniors en una canción de 1957-58: “Rock & roll is here to stay”. El rock and roll llegó para quedarse y es la verdad. Hay público y mucho público nuevo”.
DAG