La cinta Eureka llega a las pantallas mexicanas

Cine

El filme del argentino Lisandro Alonso retrata los estragos en pueblos originarios de América

Eureka involucró a seis países y cuenta con las actuaciones de Viggo Mortensen, Chiara Mastroianni y José María Yázpik. (ESPECIAL)
Ciudad de México /

A más de una década de que su director comenzó a concebirla, la película Eureka, del argentino Lisandro Alonso, llega a las pantallas mexicanas para mostrar, justo al arranque de un nuevo gobierno de Donald Trump, los estragos que los pueblos originarios han padecido en toda América.

“El tema de la pérdida de identidad de los pueblos originarios es histórico, no solo en Estados Unidos, sino también en Latinoamérica. Eureka justo es un cine que nos identifica en todo el continente, pues Lisandro trata de retratar la desolación que se vive en Estados Unidos ante la falta de un futuro o de esperanza de un futuro de todos estos pueblos... Y lo mismo pasa, se replica y se extiende en toda Latinoamérica”, dice en entrevista Karla Badillo, cineasta y creadora de Woo Films, la productora mexicana de esta película.

Eureka involucró a seis países, entre ellos México, y cuenta con las actuaciones de Viggo Mortensen, Chiara Mastroianni, José María Yazpik, Viilbjørk Malling Agger y Sadie Lapointe, entre otros actores.

Tuvo su estrenó en el Festival Internacional de Cine de Cannes 2023 y presentaciones en el Foro Internacional de Cine de la Cineteca Nacional, así como en el Black Canvas Festival de Cine Contemporáneo.

Badillo recuerda que el rodaje se llevó a cabo en locaciones de Estados Unidos, España, cerca de Portugal, y en México.

“Nosotros hicimos, sobre todo, la parte de la selva, la filmamos en Oaxaca, es una sierra, una selva alta. Y tuvimos muchos problemas porque la filmamos en tiempos de la pandemia por Covid-19. Había mucha gente, de la que participa en el filme, que vive en los pueblos locales y no estaba familiarizada con ningún tipo de protocolo, no sabía que era el Covid. Fue un poco difícil y complejo aislarnos todo el equipo para poder filmar. Pero, logramos esa conciencia de que teníamos que cuidarnos. Y lo demás fue puro aprendizaje, puro disfrutar de los paisajes que tiene México, felices de mostrarlos”, comenta.

Como en Jauja, donde el colono danés Gunnar Dinesen (Mortensen) emprende un viaje por el sur de Argentina en 1880 en busca de su hija adolescente raptada (Viilbjørk Malling Agger), Alonso toca en Eureka el tema del colonialismo y sus estragos en América, en un viaje a través de tres historias unidas por una cigüeña, que se inician con un western en el que Agger reaparece 10 años después, otra vez en el papel de hija del actor estadounidense, quien busca rescatarla de un padrote (José María Yazpik).

Esa cigüeña (Jabiru mycteria) fue creada con animación, es un VPX (producción virtual en tiempo real), que para Alonso era metáfora de la joven lakota de Pine Ridge que decide salirse del mundo, no colgada de una soga, sino sublimada en un ave que podía viajar a otras realidades de América Latina.

Eureka es una coproducción filmada en Almería, España; la Reserva India lakota Pine Ridge, en Dakota del Sur, EU, y en la zona serrana boscosa de Oaxaca, México, que tardó 10 años en realizarse y se convirtió así en el sexto largometraje de Alonso, un cineasta argentino de culto en absoluto comercial, después de La libertad (2001), Los muertos (2004), Fantasma (2006), Liverpool (2008) y Jauja (2014).

Distribuida por Piano, Eureka pasa del western al thriller en una reserva indígena en Estados Unidos y termina con una odisea amazónica con gambusinos e indígenas. Viggo Mortensen interpreta a Murphy, un pistolero en busca de su hija secuestrada; después el espectador viaja en tiempo y espacio a la reserva de Pine Ridge, donde la policía Alaina (Alaina Clifford) lidia con los problemas de su comunidad, en particular el alto índice de suicidios, y una actriz entrometida (Mastroianni). Sadie (Sadie Lapointe), la hermana de la policía, se transforma en cigüeña en un viaje espiritual inducido por su abuelo y se traslada en tiempo y espacio a una tribu de la selva brasileña, dividida por la discordia.

“El filme puede definirse como un tríptico, porque son tres etapas de transformación. A nosotros (en Woo Films) nos enganchó sobre todo que toca el tema de los estragos en los orígenes latinoamericanos, en las raíces indígenas, y cómo se han transformado a lo largo del tiempo.

La cinta tardó más de una década en llegar a las pantallas (ESPECIAL)

“Veo a Eureka como un viaje a través del tiempo y del espacio. Y cómo estas raíces se han visto afectadas también por distintos ecosistemas, fenómenos y épocas. Para mí tiene un realismo mágico muy profundo, que nunca había visto en las historias anteriores de Lisandro; si bien se replican ciertos aspectos, me parecía muy original hacer un filme con tres historias tan distintas”, explica Badillo.

La potosina a finales de 2023 también terminó el rodaje de su ópera prima en San Luis Potosí, OCA, protagonizada por Natalia Solián, Cecilia Suárez, Raúl Briones, Leonardo Ortizgris, Gerardo Trejoluna y Enrique Arreola, y también producida por Woo Films, con Slot Machine, Pucará Cine y Año Cero.

Woo Films ha producido, entre otras películas, Temporada de huracanes, Las niñas bien y Ruido.

La coproducción involucró a Argentina, Francia, Alemania, Portugal, México y Países Bajos, y contó con actores consagrados como Mortensen, Mastroianni, Yazpik, pero también con talento amateur.

Badillo refiere que el proyecto tuvo muchas transformaciones y cada país se encargó de una producción. La parte inicial del western se iba a filmar en México, pero se reajustó por la pandemia.

“Tenemos la ventaja de que México cuenta con muchos paisajes, mucha diversidad. Y, afortunadamente, pudimos adaptar al final la parte de la selva al país. Hicimos un casting bastante exhaustivo para encontrar a los personajes que buscaba Lisandro. En su cine, los personajes son muy importantes, porque muchos de ellos no son de formación actoral, sino que son personas que Lisandro se encuentra en los distintos ecosistemas donde va a filmar”, explica la productora y cineasta potosina.

“Casi era como un scouting de lugares, pero también de actores que Lisandro tenía que conocer y trabajar. No hablaban el mismo idioma, hablan chatín, y debimos hacer una labor de traducción, porque era la primera vez que ellos se enfrentaban a algo así, al fenómeno o a lo avasallante que significa una producción cinematográfica, está totalmente fuera de su contexto. Y nos gustó mucho encontrar nuevos talentos, nuevas figuras y dejar un poco de aprendizaje o experiencia en esas comunidades”, agrega.


  • José Juan de Ávila
  • jdeavila2006@yahoo.fr
  • Periodista egresado de UNAM. Trabajó en La Jornada, Reforma, El Universal, Milenio, CNNMéxico, entre otros medios, en Política y Cultura.

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