Alfredo Atayde, director del único y original Circo Atayde Hermanos, toca el tema sobre la figura del payaso como el acto central de cualquier producción clásica de arte circense. Les Clowns retoma los arquetipos básicos —el cara blanca, el augusto, el vagabundo— y los coloca como protagonistas del nuevo espectáculo que ya forma parte de la cartelera del Teatro Hidalgo, en Ciudad de México.
“Para mí, es la figura más delicada en un espectáculo de circo. En la productora buscamos tener un talento de clown que respete al público, que su trabajo lo haga de una manera limpia, sana; que haga reír sin albures, sin echarse un gas, sin decir groserías. Es delicado”, explicó Atayde.
“De hecho, en las últimas pláticas que tuve con mi tío (Alfredo Atayde Chávez) hablamos de que en el mundo hay una crisis de clowns, de los buenos. Puede haber muchos, pero pintarte la cara no significa que eres uno. Ser un payaso, un actor, requiere de años de preparación, de tener colmillo con el público; estoy contento y orgulloso de contar con tres de los mejores: Iván Vega, Raúl Zamora y Fernando Homdall”, afirma.
Para el director, quien reafirma que “al circo clásico no lo dejamos caer”, el clown es un personaje que no puede faltar en un espectáculo circense, es por eso que él y Juan Torres colaboraron para diseñar el mejor show posible para el público, un esfuerzo creativo bautizado como el “espectáculo familiar por excelencia”, que ha demostrado su aceptación por la audiencia desde su estreno, el 31 de marzo.
“En una plática con Juan salió que deberíamos proyectarlos más como el foco de un show, y él estuvo de acuerdo, se quiso sumar a esta aventura y estamos supercontentos por la aceptación que han tenido estos tres actores, estos tres señorones”.
Contemporáneo
Alfredo se ha preocupado por continuar la tradición familiar y recuperar la magia del circo. A través de los años, el único y original Circo Atayde Hermanos se ha convertido en un ejemplo de una empresa que se sostiene gracias a sus raíces, y espíritu innovador.
Les Clowns enaltece la figura clásica del payaso dentro de un marco artístico, escénico y práctico, enmarcado por avances tecnológicos de vanguardia y una constante preocupación por brindar un espectáculo de calidad. Y, aunque siempre ha aplaudido la competencia, Alfredo Atayde aprovecha para recalcar el daño que le produce la piratería al circo mexicano.
“Aquí en México, el buen circo está en peligro de extinción, el circo mexicano, porque el mal circo pulula. A estas nuevas generaciones de papás yo les hago un llamado: no estemos acercando a nuestros hijos a la piratería. Eso es un delito, un delito muy grave. Debemos apoyarnos con eso para crecer como sociedad. Son casi 135 años, en los que si no estuviéramos haciendo las cosas bien hace mucho que el Circo Atayde hubiera dejado de existir. Para nosotros lo más importante es el público”, terminó.