Mike Bautista es el bailarín mexicano que brilló en el medio tiempo del Super Bowl junto al cantante canadiense The Weeknd, pero para llegar a cumplir muchos de sus sueños, contó a M2, pasó años de entrenamiento, audiciones, esfuerzo y la realidad es que también tuvo que emigrar a Estados Unidos.
Nacido en Ixtapaluca, Estado de México, Bautista aprendió desde muy joven artes marciales y ni siquiera sabía que se dedicaría a la danza, hasta que un día su mamá le dijo que tendría que ser bailarín para los quince años de su prima; esto revolucionó su mente y cuerpo y se dio cuenta de que algo tenía que hacer con ese espíritu indomable que salía cada vez que sus pasos lo llevaban por los ritmos musicales.
De ahí comenzó a buscar colegios y a los 22 años consiguió una beca por una de las escuelas más prestigiadas de México: Black Studio, que entrena a bailarines para dedicarse a la carrera de manera profesional.
“Fue muy complicado. No se me permitía faltar ni a una sola clase, salía de mi casa desde las 5 de la mañana para poder llegar a mi clase en punto de las 9 de la mañana en la escuela que está en la colonia Roma, y luego de regreso eran otras tres horas, pero siempre disfruté tanto mis clases que no me importó el tiempo que perdía para llegar y para volver. Empecé a aprender muchísimo”, destacó Mike en entrevista telefónica.
Yuridia y Gloria
Posteriormente sus logros fueron destacados, tanto que la propia institución lo apoyó para obtener pequeños roles con diversos artistas. Su primeara experiencia fue ser bailarín de Yuridia para su gira de conciertos y de igual forma tuvo participaciones con Gloria Trevi.
Tras un tiempo de entrenamiento, decidió mudarse a Nueva York, donde vive su papá, quien se fue como migrante cuando Mike ya tenía 17 años.
“Decidí probar por allá y me fui a la escuela Broadway Center, pero fue de nuevo muy complicado, ya que para poder mantenerme trabajaba pintando en el Costco, hice construcción, plomería, cortando el pasto de las casas, para de esta forma solventar mis gastos y poder seguir entrenándome; todo esto me cambió la vida pues encontré oportunidades que jamás iba a poder hallar en México en muchos sentidos, en cuanto a la mentalidad, prejuicios, la cultura, la industria, no era posible para lo que yo buscaba”.
De costa a costa
Estuvo un rato buscando la fama en la Gran Manzana, “hasta que años después decidí moverme a Los Ángeles, un lugar donde había oportunidades, pero también llegan bailarines de todo el mundo y bastante con grandes condiciones, muy buenos”, acentuó.
Tras varias audiciones comenzó a pensar que era muy difícil lograr quedarse con grandes artistas, incluso comenzó a hacerse la idea de que no “era tan bueno”, porque tuvo algunas oportunidades con grandes estrellas. “Llegué al call back final de artistas como Beyoncé o Ariana Grande, pero no quedaba en el corte final, era muy frustrante para mí”.
Hasta que poco a poco, su perseverancia y pasión lo llevó a abrirse camino hasta quedarse con talentos internacionales como Ricky Martin, Daddy Yankee, Nicky Jam, J Balvin y Becky J, entre muchos más, quienes comenzaron a darle oportunidad al ver su talento. Esta misma calidad le dio su oportunidad de llamado con The Weeknd.
“Cuando me quedé en el World Tour de Ricky Martin fue mi gran paso a grandes giras, fui apareciendo en mayores escenarios. Un día me llegó un correo para decirme que había quedado con The Weeknd para el espectáculo del medio tiempo del Super Bowl, lo leí tantas veces hasta creérmela. La experiencia fue increíble y llevo en mi corazón este show que hicimos con toda la pasión”.
Bautista explica que tuvieron solo una semana para ensayar, los primeros pasos ocurrieron vía Zoom y después en el mismo estadio de Tampa Bay, con el canadiense, día y noche repasando para lo que ocurrió ese domingo con el intérprete de “Blinding Lights”.