En un Teatro Diana lleno y ansioso, Andrés Calamaro pisó otra vez un escenario tapatío, cobijado por los aplausos y gritos de sus fanáticos que lo obligaban a hacer una pausa entre cada canción por los gritos de "Olé, olé, Andrés, Andrés", cariño que el cantautor correspondió con un concierto emocional.
"Si me muero hoy, que me entierren en Guadalajara… con mariachi, tequila y que cante Alejandro Fernández", expresó el argentino, justo después de terminar 'Mi enfermedad', que siguió con 'Los aviones' y después se proyectaron las imágenes del Diez para interpretar 'Maradona'.
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Después de 'Crímenes perfectos', reconoció a todos los músicos y técnicos que lo acompañaron para esta presentación.
'Tuyo siempre' hizo vibrar a la gente, y fue el momento en que Andrés pidió brindar: 'Salud!', Y empezó 'Brindo por las mujeres' y 'Rehenes'.
Con 'Estadio Azteca' se unieron las voces presentes para el coro. 'No se puede vivir del amor', 'El salmón', 'Flaca', 'Paloma', 'Alta suciedad', fueron parte del setlist, con el que se despidió momentáneamente.
Tras el clamor del público, regresó para cerrar una noche emocionante con 'Sin documentos', 'Los chicos' y sorprendió para finalizar con 'De música ligera', de Soda Stereos.
JMH