El caifán mayor sigue activo. Óscar Chávez (Ciudad de México, 1935), en 60 años de trayectoria, le ha cantado a varias generaciones, desde la suya hasta la de jóvenes que acudieron al Vive Latino 2019.
Nació en la colonia Portales y pasó su infancia en Santa María la Ribera; ahora opera desde la Roma y en su oficina tiene una foto con el subcomandante Galeano (Marcos) junto a la publicidad conciertos que ha dado.
Es recordado por su participación en la película Los caifanes, con canciones como “Por ti”, con la cual ha acompañado los momentos de desamor de cientos de personas.
Ha cantado sobre Macondo, de García Márquez; La niña de Guatemala, de José Martí, pero jamás le dedicaría una canción a López Obrador o cualquier político.
Padece un problema auditivo, pero considera que entre sus defectos está tener poco optimismo, pero gracias al trabajo y la actitud ante la vida aún no lo pierde por completo.
Para él la tradición del Día de Muertos es “muy respetable, pero le están dando en la madre por todas las payasadas de las catrinas, pobre José Guadalupe Posadas ha de estar temblando en su tumba”.
Óscar Chávez considera “monstruosa la violencia en este país, es indignante que no le pongan freno”. Está consciente de que sus canciones siguen vigentes, al igual que la realidad del país.
En la historia de México, ¿hay más traidores que héroes?
Nunca he hecho la cuenta, pero no se trata de traidores y héroes; la condición humana es infinita y no se puede hacer comparaciones tan tajantes, el tiempo es el mejor juez.
Sus canciones de crítica social siguen más vigentes que nunca, ¿a qué lo atribuye?
La intención es esa, que penetren en el gusto de la gente y que perduren. Muchas cosas que son vigentes lo son porque los problemas aún siguen. Si la situación está del carajo es porque está del carajo.
¿Y de quién es la culpa?
En gran parte es de los dirigentes de nuestro país, pero también de ciudadanos, todos tenemos responsabilidad.
¿Algún político lo ha buscado?
Afortunadamente no y que bueno porque no me interesa.
¿Los ve como enemigos?
No, para nada.
¿Cómo identifica a un pendejo?
Solitos se notan.
¿Alguna canción le dedicaría a López Obrador?
No le dedicaría ninguna canción a algún presidente.
¿Qué canción podría ilustrar la situación de inseguridad que vive el país?
Hay un corrido zapatista muy simpático que se llama “30 30”.
¿Algún libro que le regalaría a un niño?
El Principito, creo que es un libro muy importante.
¿Su espíritu aún es joven?
Claro.
¿Le hubiera gustado ser joven en este tiempo?
No, soy consciente de mi vida.
¿Es feliz?
No me he puesto a pensar en eso. La felicidad no es una estatua, depende de tus actos y de lo que sucede.
¿Y qué es el amor?
Un sentimiento que tenemos los seres vivos que tiene que ver con la supervivencia. No se puede vivir sin amor.
¿Cómo identificar el amor en otra persona?
Encontrar a una mujer con la que comulgues en la visión ante la vida, trabajo u oficio.
¿Usted cómo conquista a las mujeres?
Yo no ando viendo a quien enamoro, el amor surge; creo que no andas buscando quien te quiera.
¿Fuma cuando se pone a componer canciones?
No, para hacer canciones hay que trabajar y no esperar a que te agarren a cachetadas las musas.
¿Cree en las musas?
No, creo en el trabajo.
¿Le tiene miedo al ridículo?
Sí, claro, ¿quién no?
¿Le gusta tomar?
Sí, me gusta el vino, licor fuerte y la cerveza.
¿Qué no le gusta?
La necedad, me molesta mucho. Los necios antes eran sinónimo de tontos.
¿Por qué ha ido perdiendo el optimismo?
Hay muchas razones, una de ellas es la edad; ya no tienes el mismo empuje que se tiene a los 20 que a los 84 años, pero lo poco que tengo trato de usarlo.
¿Le tiene miedo a la muerte?
No, es parte de la vida, es un mal necesario.
¿Cómo le gusta festejar sus cumpleaños?
No hago el gran escándalo cuando cumplo años. Siempre es algo normal, es decir, como en mi casa o en algún restaurante, pero no hago ninguna pachanga.