El mundo del rock está de luto ante la muerte a los 80 años de Charlie Watts, el legendario baterista de The Rolling Stones, una banda que representa un auténtico hito en la historia del rock; sin embargo, la historia de los Stones, como casi todas, fue de altibajos, y muestra de ello es el día en que el hombre detrás de los tambores golpeó al vocalista, Mick Jagger.
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La revista inglesa The Week recoge la anécdota que fue contada a través del fanzine Beggars Banquet por Bill German, edición que siguió a la banda inglesa por 17 años, obteniendo entrevistas y otro material inédito, y uno de ellos fue la vez que los ánimos se calentaron entre el famoso vocalista y el baterista.
Resulta que las relaciones entre los integrantes de la banda no eran siempre tan gratas, lo que ocasionaba algunos choques entre ellos, al grado de que los demás integrantes de la banda llamaran 'Brenda' a Mick Jagger, por la novelista Brenda Jagger.
Durante una reunión celebrada en Ámsterdam en 1984 para discutir si la banda debía seguir o continuar, Jagger se refirió a Charlie Watts como "mi baterista", lo cual no le pareció nada grato: "Nada de esto debería importarte porque sólo eres mi baterista", dijo el cantante.
Sin embargo, no respondió de forma inmediata, y se esperó hasta llegar a su habitación en el hotel donde estaban hospedados. Apagó la televisión, se puso los zapatos, caminó y tocó la puerta del vocalista de la banda.
El pleito fue mucho más directo de lo que podría pensarse, pues no hubo una gran discusión de por medio. Cuentan que Jagger abrió la puerta y Watts lo golpeó sin más "luego Charlie se dio la vuelta y se alejó tranquilamente", contó German en el fanzine.
"No me vuelvas a llamar 'tu baterista', eres mi maldito cantante", le dijo, según recoge la BBC.
Luego se encontró a Keith Richards, el guitarrista, a quien le contó tranquilamente que acababa de golpear a Mick y siguió caminando hacia su habitación.
Pese a todo ello, Watts continuó como el legendario baterista de la banda, y acompañó a The Rolling Stones por básicamente el resto de la carrera de la banda; hoy, el mundo del rock lamenta su muerte, pero su legado quedará para la posteridad, pese a los pleitos que pudieron tener los Stones.
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