Si alguien puede decir que ha dedicado toda su vida al rock, ese es José Alejandro Lora Serna (Puebla, 1952), mejor conocido como Álex Lora, pues su rol como vocalista data desde finales de 1968, cuando junto a Carlos Hauptvogel y Guillermo Berea formó la banda Three Souls in My Mind.
Con Three Souls, uno de los grandes logros de Lora fue participar en el histórico Festival de Rock y Ruedas de Avándaro, que se realizó en 1971. Destaca que, en este proyecto, Álex comenzó a hacer uso de lenguaje coloquial y referencias de la juventud mexicana en sus letras, algo que potenciaría al formar El Tri en 1984 tras varias diferencias con sus antiguos colegas de escenario.
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Gracias a El Tri, Lora se volvió un ícono musical, pues sus canciones adornaron – y adornan – el andar cotidiano de los habitantes del país; “Perro negro y callejero”, “Triste canción”, “San Juanico”, “María Sabina” y “El niño sin amor” son temas que suenan tanto en un camión de Oaxaca como en un bar de Tijuana, sin dejar de lado cualquier reunión con amigos en la Ciudad de México.
Además, la cercanía del vocalista con sus seguidores es algo que estos le agradecen y encumbran, pues Lora es, para mucho, alguien que no olvida esos días de tocadas en los hoyos funky, que conoce lo marginal, que honra a la Virgen de Guadalupe y que nunca dejará de gritar: “Mamá, prende la grabadora, está saliendo El Tri en la radio”.
Pero para conocer mejor la personalidad del también esposo de Chela Lora, es necesario saber cómo lo perciben sus fans.
“La voz de una sociedad desmadrosa”
Fernando Sánchez, guitarrista de la banda Endless, tuvo la oportunidad de hablar con Lora en su casa ubicada en Periférico Sur. Fernando reconoce que llegó a esta entrevista con varias ideas preconcebidas sobre el rockero: “Que era un señor controlado por la malvada esposa, explotado y sin opinión alguna”, pero resultó todo lo contrario.
“Lo esperé 30 minutos porque había salido al super con su esposa. Lo vi llegar sin su chamarra de cuero o su playera de la Virgen… creo que traía bermudas. Me saludó, su esposa me saludó y me dijeron que ‘Ahorita me recibían’. 5 minutos más tarde subí por el elevador. Su amabilísima esposa que me ofreció agua y papitas, además me enseño el tequila que acababan de sacar con el nombre de El Tri. Posteriormente pasé a un cuarto de otro mundo: una pared totalmente de madera con fotos de él y de la Virgen de Guadalupe, ofrendas a El Tri, mercancía de la banda, regalos de fans… Todo colocado de una manera muy elegante honrando todos esos regalos y productos en su honor”, señala.
Tras este sorpresivo encuentro, Sanchez cambió su perspectiva de Lora. Aunque para él El Tri siempre ha representado “la voz de una sociedad enojada, una sociedad desmadrosa, una sociedad que, a pesar de ser pobre, se la pasa bien”.
“Álex llegó al velorio de mi tío y le cantó unas rolas”
“Recuerdo a Álex Lora en la casa de mi tío; ellos se habían conocido de jóvenes en una tocada cuando (Lora) todavía era parte de Three Souls in My Mind. Crecí escuchándolo e íbamos a sus conciertos cada año. Uno de los recuerdos más chistosos que tengo es que mi tío tenía un Chevy y lo mandó a rotular con elementos muy icónicos de El Tri: la guitarrita del dedo, una Virgen de Guadalupe y las caras de Alex y Chela Lora”, señala Candy Rodríguez.
Pero esta estela del rockero no se quedó en la infancia de la investigadora social, pues “recientemente falleció mi tío y fue un golpe muy duro. Y justo el día que murió, Álex llegó a su velorio y le cantó unas rolas; la verdad para mí ese fue un gran gesto de su parte. Sin duda El Tri es una de las bandas más icónicas e importantes en mi vida y en la vida de mi familia”.
"Una conexión grande con los Pumas"
Ángel Armando Castellanos llegó con el vocalista de El Tri antes de un partido de fútbol, pues el joven periodista deportivo buscaba un rockero fanático de este deporte, principalmente del equipo asociado con la UNAM. Y encontró en Lora a la persona ideal.
"Llevaba mucho tiempo buscando a un rockero que tuviera una conexión tan grande con Pumas y, en cuanto se presentó la oportunidad de hablar con él, fue espectacular. Pasó hace más o menos un año. Llegué pensando que era un tipo con una personalidad muy fuerte, alguien a quien hacía falta tratar con pinzas, no sólo por lo que representa, sino porque su carácter me parecía muy explosivo; la típica persona que puede pararte una entrevista si no usas la palabra correcta o si le tocas una fibra sensible. Afortunadamente fue todo lo contrario", recuerda Castellanos.
Además, el reportero señala que, aunque de Chela Lora se habla poco, tiene la impresión que ella "hizo que el rock mexicano fuera tomado más en serio , a partir del profesionalismo y las requerimientos que tuvo para los shows de El Tri".
"Darle el reconocimiento en la historia como uno de los pioneros"
"No creo que sean la banda más importante del rock nacional, pero si emblemática y marcó una generación de rock ñero. Nunca fue muy sofisticado, para mi gusto, resulta ser muy vulgar, demasiado lepero y todavía me parece más controversial cuando sacó sus rolas guadalupanas. (...) A pesar de sus Grammy y todo lo que hizo, ya no evolucionó, pero hay que darle el reconocimiento en la historia como uno de los pioneros y más longevos", señala Aletz Franco, reconocido gestor musical que conoció la música de Lora a finales de los años 90.
El responsable del proyecto Sociedad Subterránea (Socsub) agrega que, sin duda, el vocalista de El Tri "marcó una época del rock setentero y ochentero" y será recordado "con su lema de voz aguardientosa: 'Mamá, prende la grabadora, está saliendo El Tri de México', y mejor la de practicar el mejor deporte: 'Hay que practicar el rock and roll'".
yhc