Hace justo un lustro, Ely Guerra me confesó en una fecha muy especial para mí, y como secreto de Estado, que su próximo álbum sería a pura voz. El parto de Zion duró seis años y representa su primera grabación de estudio en una década. El resultado es sumamente estremecedor; la dedicación se nota y el esfuerzo valió más que la pena. El jueves que lo escuché en su totalidad en su estudio, mientras inhalaba una esencia creada por ella llamada Tranquility, varias veces sonreí, aplaudí, y recogí mi quijada del piso. Zion es un álbum que rompe con todo lo que hemos escuchado, sea de Ely o de cualquier intérprete en el mundo, y me paro de pie para aplaudirle su valentía.
Ella sabe que es un salto al vacío, tema que discutimos a fondo en una entrevista que les presentaremos en M2 a finales de esta semana. Es un álbum en el que la Guerra nuevamente se adelanta a la industria musical —como lo hizo hace dos décadas con Lotofire— creando armonías solo con su voz. Es un concierto polifónico realizado a partir de sus cuerdas vocales y faringe. No hay un solo instrumento musical, pero uno jura escuchar un contrabajo en “Into The Desert”, cuerdas en “Zion”, y hasta bossa nova en “Strelitzia”, tema cantado en portugués. En el recorrido nos lleva de éste al español, al inglés y hasta el hebreo.
Es un disco que demanda escucharlo varias veces para entender su grandeza. Pero no es impenetrable, por el contrario, llevo tres días sin poder sacarlo de la mente. Digamos, exige atención en audífonos y cada vez uno descubre nuevos sonidos. Todas las voces de los álbumes de Ely se reúnen y, además, agrega sonidos guturales, truenos de su faringe, exhalaciones, silbidos, susurros, suspiros, y descubre una nueva tesitura grave que parece su voz masculina. Zion, más que un disco, es una experiencia. Hay que abrir mentes y oídos: hay que escuchar. Hay que dejarse seducir para entender que la experiencia es un trip absoluto de más de 40 minutos en donde puede haber todo: alegría, lágrimas, bosques, nieve, blanco, temblores, satisfacciones. Es una propuesta sumamente bold en un mundo tan carente de buena música. Es, como me lo advirtieron Julia y Renata, sus diseñadoras, una pasada.
Veredicto
10
Armonías 10
Lírica 10
Producción 10
TOP 3. Los sencillos del nuevo disco
“Zion”
Ya disponible
Un vals con coros gregorianos y layers múltiples de voz.
“Harmony”
A la venta el 2 de agosto
Empieza con voces inteligibles seguido de un ¡shh! y reflexiones profundas.
“Into The Desert”
A la venta el 16 de agosto
Mi favorito: renace una nueva Ely con graves que simulan un contrabajo.