En su estancia en Las Vegas, Laura Pausini tenía varias actividades, aunque su presencia en la capital del juego se debía principalmente a su nominación al Grammy Latino, en la categoría de Mejor Álbum Vocal Pop Tradicional por la grabación Hazte sentir, premio que logró después de más de 25 años de carrera.
En esa ciudad que ella define como “rara” y para “hacer dos días increíbles, llenos de luces, pero que no es la realidad, porque la vida normal no sería así”, también se dio tiempo de realizar el video de “La solución”, tema que comparte con Carlos Rivera, en la reedición del disco que le valió el reconocimiento de la Academia Latina de la Grabación.
Además, como suele hacer desde que adoptó la música como sistema de vida, se dio tiempo para convivir con su familia; pues mantener el equilibrio en su vida ha sido esencial para alimentar sus emociones, destaca en una suite del hotel MGM; donde recibe a M2 para la entrevista.
¿Qué tal la euforia de esta ciudad que nunca duerme, así es tu vida por tu agenda de trabajo y tu responsabilidad como mamá, esposa, hija
Trato de mezclar con luces apagadas y prendidas mi vida, porque es muy necesario para mi salud y mi estado emocional, porque la vida no siempre es todo perfecto. Pero en el curso de mi vida, desde que soy cantante, hace 25 años, me he dado cuenta que no se puede vivir solo de eso. A veces tienes que tomar la elección de decir a tu carrera: ‘un momentito, por favor’.
Y eso te puede ayudar a escribir cosas bellas, más profundas, más bonitas porque si no vives el cotidiano y solo vives en el sueño, la vida no es solo un sueño, es también soñar el sueño, y si no lo sueñas parece que todo acabó.
¿Has logrado todos tus sueños?
Yo tenía un sueño, que era ser madre, desde pequeña y cada día quería serlo; me ha costado mucho tiempo, porque me convertí en madre a los 38 años, pero se cumplió.
“Nunca había soñado con ser una cantante famosa. Quería cantar, pero nací en un pueblo muy pequeño de Italia, donde no existían famosos, o sea no tenía ejemplos; y cuando tenía 15 años no existía La Voz, ni Factor X; entonces, los sueños que tenía eran más reales, quería ser arquitecto. Lo mágico de mi vida viene de mi padre, porque su sueño era cantar y lo logró siendo cantante, tecladista, bajista en nuestra región; y después siendo cantante de piano bar.
“Cuando cumplí ocho años me fui a cantar con él en un restaurante una canción de un dibujo animado y desde entonces, cada sábado y domingo cantaba con él en ese restaurante. Mientras los años pasaban, el repertorio de dibujos animados empezó a ser más valiente y más abierto a música internacional, porque cuando haces piano bar cantas desde Frank Sinatra hasta Gloria Estefan, jazz latino, italiano tradicional, o sea tienes que aprender todo los estilos y eso es maravilloso para mí, porque pasé horas con él (su padre), a través de la música construimos una relación entre padre e hija.
“Así que estoy viviendo una vida que no soñé. Y por supuesto cuando me descubrieron cantando en un piano bar, no sabía qué hacer. Recuerdo que cuando gané el Festival de San Remo, a los 18 años, la noche que gané, estuve toda la noche preguntándoles, ¿qué hago ahora, que hace uno que se convierte en famoso?, porque en mi tierra, si ganas, al menos en los años 90, de repente eres el más famoso de Italia.
“La gente de Italia tenía un cariño muy especial para mí. Pero no sabía cómo manejarlo y debo agradecer a mis padres que siempre estuvieron conmigo. Los primeros años de carrera nunca viaje sin mi padre. Fue un poco pesado, porque cuando tienes 20 y algo, dices: ‘Quiero estar con mi novio’, pero era necesario y ahora agradezco que siempre haya estado ahí y me haya puesto los pies en la tierra. Por eso después de 25 años, me parece seguir estando dentro de un sueño y eso es muy bello”.
Dices que no sabías qué hacer con la fama, ¿ya aprendiste?
Todavía no soy capaz de gestionarlo bien, a veces no me siento cómoda y a veces me siento superbién; pero pienso que tengo que cuidarla muy bien, porque la gente me puso ahí y sería una falta de respeto no hacerlo.