— Nadie puede y nadie debe vivir sin amor — Fito Páez se encontró con un Zócalo atiborrado con miles de personas, poco más de la mitad de su capacidad total, al momento de salir al escenario a las 20:00 horas del sábado. “Qué hermoso estar esta noche aquí. Qué gran honor, México. Ahora la energía la voy a necesitar en la voz”, pidió el mítico autor argentino al comenzar su concierto gratuito en Ciudad de México.
Abrió con “El amor después del amor” y continuó con “Dos días en la vida”. Arropado por la Catedral Metropolitana de Ciudad de México y Palacio Nacional, Fito Páez desfiló por todo el escenario, pasando de proscenio a su piano, a su atril, a sus músicos.
Entre la gente reinaba la juventud, la cual se espera en este tipo de encuentros por su aguante, pero también había gente mayor y niños. “Oé, oé, oé… Fito, Fito…” ofrecía el público mexicano como serenata y Fito sonreía. “Está explotadísimo. Vamos a cantar”, pidió, y los mexicanos no traicionaron.
La audiencia tomó la batuta en canciones inmortales del argentino como “11 y 6”, “Yo vengo a ofrecer mi corazón” y “Mariposa tecknicolor”, pero también disfrutaron del extenso y diverso repertorio de Fito, aplaudiendo al ritmo de “Tráfico por Katmandú”, “Cadáver exquisito”, “Circo Beat”, “Ciudad de pobres corazones”, entre muchas otras. Sin embargo, todas las canciones fueron coreadas a pesar de que no hubo tanto público en el Zócalo como suele haberlo en eventos similares.
“¿Saben dónde saben cantar? Acá”, declaró.
El movimiento en el centro de la ciudad incrementó desde antes de las 17:00 horas y el día era inmejorable para un evento como el que le esperaba al público mexicano. Mucho tiempo ha pasado desde que Fito Páez tuvo que cancelar su concierto en Ciudad de México consecuencia de un accidente en febrero del año pasado, pero finalmente llegó el día para su presentación gratuita en el Zócalo de la capital.
La presidenta Claudia Sheinbaum Pardo y Clara Brugada, jefa de gobierno de la ciudad, le dieron la bienvenida al músico argentino y auguraron una gran noche.
Aunque la espera fue extensa, especialmente para aquellos que llegaron desde muy temprano para estar más al frente, el público no sufrió de aburrimiento, pues a la par de la música de acompañamiento y los vendedores, dos grupos abrieron el concierto de Fito y calentaron los oídos de la audiencia.
El primero fue El juguete rabioso, un grupo que nació en México, pero que también tiene sangre argentina y chilena. Ellos aparecieron en el escenario pocos minutos después de las 18:00 horas y presentaron algunas de sus canciones sin dejar pasar la oportunidad para comunicar que están por terminar su esperado tercer disco después de un periodo sin actividad.
Con la caída del sol, también cayó Rey Pila en el Zócalo, el grupo mexicano de rock que conquistó los oídos de la gente entre 2010 y 2015 con canciones como “No longer fun”, “Grenades”, “Fire away”, “Alexander” y “White night”, y le regalaron a los fans de Fito Páez media hora de música y psicodelia.
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