Gracias a Pau Donés, fallecido de cáncer a los 53 años, las mujeres extremadamente delgadas contaron con un cómplice que, a ritmo cadencioso y voz desfachatada, las hiciera sentirse bien, sobre todo si recordamos aquel verso de “La Flaca” que dice: “Mojé mis sábanas blancas, como dice la canción/ Recordando las caricias que me brindó el primer día/ Y enloquezco de ganas de dormir a su ladito/ Porque Dios que esta flaca a mí me tiene loquito/ O-oh, a mí me tiene loquito”.
Donés, o Jarabe de Palo, nombre de su grupo, se volvió exitoso gracias a una flaca que sí existió, una modelo con un nombre harto cubano, Alsoris Guzmán, quien aclararía años después que solo fue un beso. “Surgió un beso, pero ya; un beso en el autobús cuando íbamos en viaje por Cuba. Él era una persona tímida entonces, aparte de que éramos muy jóvenes; y a mí no me pidas mezclar el trabajo con otra cosa", declaró a El Mundo.
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El cantante y compositor formó Jarabe de Palo en 1995 y con su disco, llamado precisamente La Flaca, se volvió un éxito en España en 1997, y luego se esparció hacia el mundo, lo que lo trajo a México en varias ocasiones. Su segundo disco, De vuelta y vuelta, confirmó las cualidades de la banda que combinaba el rock con los ritmos latinos, propuesta que paulatinamente se enriqueció con ritmos de funk, jazz, blues, flamenco, música afrocaribeña y brasileña. Incluso la banda contó con su propio sello discográfico, Tronco.
En una de sus últimas entrevistas, para la revista madrileña, XL Semanal, Donés hablaba de su enfermedad en estos términos: “En relación con si me voy a morir o no, nada. No tengo miedo a morirme. Yo sé que llevo la muerte encima. La muerte a mí no me ronda, la llevo dentro, conmigo”.
Todos llevamos la muerte en nosotros, pero en tanto sigamos escuchando algo que nos haga sentir mejor, y no hacer planes, pues como él mismo decía: “¿El futuro? Y yo qué sé. No hay plan. Y vivir sin plan es cojonudo”.
La carrera de Jarabe de Palo no se cimentó solo en “La Flaca”, aunque fue el primer paso gigantesco. Ese primer álbum incluyó otras piezas que se volverían emblemáticas en su repertorio, como “El lado oscuro”, que aborda el tema de la seducción, o “Grita”, que solía incluir al final de sus conciertos e invitaba a la gente de compartir sus problemas.
Otro de sus éxitos fue “Depende”, canción de ritmo sabroso que dio título al álbum que alcanzó disco de platino, cuya letra parecería estar pensando en este día en que le lloran sus seguidores: “Que aquí estamos de presta'o/ Que el cielo esta nubla'o/ Que uno nace y luego muere/ Y este cuento se ha acaba'o”.
Pero el cuento no ha acaba’o, continúa en el legado de las canciones de Pau Donés, su marca en el mundo. En estos tiempos hay que alimentarnos no de tristeza, sino de esperanza, como advierte otro de sus megaéxitos, “Bonito”. Hay que pensar que aunque no todo nos parezca bonito, podemos pensar: “Bonita la paz, bonita la vida/ Bonito volver a nacer cada día”.
lnb