En cuanto se apagaron las luces, los gritos y aplausos nacieron de forma espontánea entre el público que lo esperaba ansioso. La espera había sido larga para escuchar nuevamente a uno de los cantantes españoles más queridos por el público mexicano: el gran Julio Iglesias.
“Tantas cosas que decirles que han pasado en estos años, ya son casi 50 años desde la primera vez que vine y han sucedido miles y miles de historias bonitas con el pueblo mexicano en mi vida”, comentó el cantante segundos antes de comenzar la velada con los temas “Amor, amor, amor” y “La gota fría”.
Vestido con traje negro y camisa blanca, el intérprete de 75 años apareció en el escenario del Auditorio Nacional con paso firme, aunque poco después se sentó junto a su banda y desde su silla interpretó los éxitos que lo han llevado a ser considerado el cantante iberoamericano más importante de todos los tiempos.
“Los artistas nacemos los días y en los lugares donde cantamos. Yo nací en el centro de España pero siento como si hubiera nacido en México, que mi padre fuera de Chihuahua y mi madre de Tapachula”, dijo el intérprete, despertando la euforia de los presentes.
“De su tierra mexicana he heredado su cultura, sus olores, sus sabores, pero sobretodo música tan hermosa como la de Armando Manzanero, Agustín Lara, Juan Gabriel, María Grever y mi amor, José Alfredo Jiménez. Hace 50 años que canto esta canción del maestro José Ángel Espinoza ‘Ferrusquilla’ desde Finlandia hasta China, a mi edad la modestia es falsa, así que ¡vamos a cantar!”, expresó mientras sonaban los primeros acordes de “Échame a mí la culpa”.
Acompañado por siete músicos, el madrileño interpretó después su tema ya icónico “Me olvidé de vivir”, arrancando una gran ovación y haciendo que los más de 9 mil presentes levantaran sus smartphones para grabar el momento.
“Estar flaco a mi edad es normal porque no como nada, pero cantar me hace sentir pleno, la única razón que me mantiene vivo es cantar”, aseguró con una enorme sonrisa.
PROBLEMAS TÉCNICOS EMPAÑARON LA NOCHE
De repente gritos de “¡No se oye nada!” empezaron a interrumpir el concierto. “¡No te vemos!” gritaban otros asistentes, haciendo referencia a la escasa iluminación del escenario. Las quejas llegaron a tal grado que el cantante respondió un tanto molesto: “Es que cuando alguien está hablando, los demás deben guardar silencio. Yo escucho de maravilla”.
Los temas “Abrázame’ y “Hey” calmaron un poco a los presentes pero el deficiente sonido provocó reclamos de nuevo. Iglesias hacía señas a su equipo técnico esperando resolver el problema pero ante las persistentes fallas, no tuvo más que tomarlo con humor y bromear con su público:
“¿Para qué me quieren ver si ya me voy a jubilar?”, dijo despertando carcajadas. “Lo más importante es que estoy aquí solo por ustedes y les voy a decir por qué me tienen que querer: porque yo los quiero a ustedes”, sentenció.
“Ella”, “A media luz”, “De niña a mujer”... Los éxitos fueron muchos y la noche ideal para quienes aman el romanticismo y el estilo único de este hombre que dejó muy clara su motivación en la vida. “Normalmente los seres humanos vivimos con las emociones enfrascadas pero yo las expulsé rápidamente. Hoy sé que la emoción te hace escribir pero la pasión te hace cantar. ¡México, los amo!”, dijo Iglesias ante un público que olvidó los tropiezos de la noche y lo despidió de pie, como se despide a un grande de la escena musical.
EN CIFRAS
350 millones de discos ha vendido Julio Iglesias, obteniendo el Récord Guinness en 2013 como el intérprete vivo que más copias de sus discos ha vendido en el mundo. Y en 1983 como el artista que más discos ha grabado en otro idioma (14).
2,600 discos de oro y platino tiene en su haber por la venta de 80 álbumes, además tiene una estrella en Hollywood.
5,000 conciertos ha dado el intérprete con lleno total, ante 60 millones de personas, en los cinco continentes. Además es el tercer español más buscado en Google.