“Yo quiero evolucionar el trap no solo en esta realidad, también en lo virtual”, comenta Gabriel Montes, quien quedó cautivo de tal género musical, nacido en los años 90 al sur de Estados Unidos, tras escuchar a Bad Bunny y Arcángel.
Partiendo de estos exponentes, el músico empezó a profundizar en este subgénero del hip hop, y ya inmerso en esta corriente sonora, hace dos años y medio dio vida a su propio proyecto: Li1 Lean.
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“En México hay un estilo diferente, un poquito más rudo que el puertorriqueño, y ahí es donde me empezó a gustar mucho este rollo; de involucrarme en las historias de la calle, aunque no necesariamente necesitas vivir ese estilo de vida para comprender lo que otras personas llegan a pasar”, cuenta el artista en entrevista con MILENIO.
En su música, donde mezcla el inglés y el español, Li1 Lean procura dar un giro a las temáticas: no solo hablar de armas o amores, sino “de la vida y de experiencias; no solo cosas de la calle o románticas”.
“Nunca va a haber una limitación, a lo mejor hoy es trap y mañana es otra cosa... El punto es que la música va evolucionando, por eso no creo que haya una limitación. A lo mejor hace falta un poco de más unidad para hacer un movimiento fuerte, colaboraciones con otros artistas”, detalla el responsable de temas como Sayayin, God Killah, Tuca y Gang Shit.
Pero lo que resalta del Li1 Lean es su cruzada por “revolucionar” el panorama musical. “Yo entré con el enfoque de llevar la industria musical a lo virtual”, explica.
Para esto, Gabriel, que tomó su nombre artístico de la bebida que surge tras combinar codeína y Sprite – y que, tras probarla, lo llevó a ser hospitalizado: “Mi nombre artístico es algo que casi me mata” – se vale del metaverso, una serie de ecosistemas virtuales donde los usuarios interactúan a través de avatars (por ejemplo, la plataforma Horizon Worlds).
“Se puede revolucionar la música por ahí porque hay gente que está enferma, que está en otras partes del mundo y no tiene la posibilidad económica de asistir a un evento de un artista grande. Entonces, lo que me encantó es que ahí todos pueden verte, pueden hacer y deshacer. De ahí va a venir a revolucionar la industria para los artistas y los fans”, asegura.
Su llegada a estas plataformas ocurrió luego de que un desarrollador de videojuegos originario de África lo invitó a “cambiar la industria musical”. El cantante, con duda y curiosidad, aceptó, y lo primero que hizo fue someterse a un escaneo de sus rasgos faciales. “Me empezó a clonar, y una vez que terminó el proceso me dijo ‘Vamos a ingresar al metaverso’”, recuerda.
Tras adquirir unas gafas de realidad virtual - las oculus son las más usuales -, Gabriel comenzó su aventura digital: “Entré y me sacó un poco de onda, porque era yo pero con otras características”. Pronto se aclimató a estos ecosistemas virtuales y decidió dar su primer concierto.
“Cuando voy entrando a la tarima empiezo a escuchar muchos gritos, se sentía una vibra diferente a lo que acostumbra uno en persona, por ejemplo, en el escenario hay un filtro que no deja pasar. Entonces, empecé a cantar, a moverme, y pudimos llenar el evento con mil personas virtuales”. Un público proveniente no solo de México, también “gente de Africa, de China”, presume Li1 Lean.
“Creo que soy el beta para iniciar algo nuevo, un movimiento nuevo en la industria musical, de ahí todo puede crecer”, añade.
Respecto al riesgo de ‘perderse’ en estas andanzas virtuales y poco a poco olvidar la interacción presencial, el cantante aclara que “tampoco quiero que la gente se la viva ahí”, aunque luego asevera que “en el metaverso puedes socializar”.
“Hace unos dos, tres años, con la pandemia mucha gente no tenía otra opción más que estar en casa, y uno se deprime, entonces esto ha sido un escape para diferentes personas. Sí, te alejas de la vida que conoces como realidad, pero desde mi perspectiva, te quita mucho estrés de encima, porque a veces vivimos muy estresados en la vida y esto es una relajación, puedes hacer y deshacer. Yo me relajo al sentir que tus cuatro paredes se borran y puedes estar virtualmente en una mansión o una nave espacial”.
“Creo creo que el metaverso va a llegar a un punto donde se va a incorporar a nuestra realidad”, sentencia.
Mientras estas formas de interacción en la posrealidad se potencian en México, Gabriel, tiene varios planes para expandir el impacto de su música: “Tengo en mente dos o tres videos virtualizados, también un EP de cinco canciones que se va a llamar Nubia y se vienen colaboraciones con Dani Flow y con Coko Yamasaki”.
Por último, el cantante de trap cuenta qué lo impulsa en este camino creativo: “La comunidad, ser y sacar nuevas cosas. Creo que veo la vida diferente que otras personas... Quiero que desde aquí se escuche mi nombre en todo el mundo, es mi motivación”.
hc