Iniciados los años 90, el grunge rompía el cascarón, el hair metal perdía freeze y el rock hacía más baladas que el pop. El heavy metal y sus género más salvajes poco a poco regresaban a los escenarios underground, salvo contadas bandas de estadio, y otras que comenzaban los híbridos con el rap y el hip hop, que darían pie al nu metal.
Y en eso entró Metallica; el eterno “traidor” del metal con álbum alejado a sus cuatro antecesores que lo habían puesto en el olimpo de su género como la banda más popular de la década anterior.
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Un 12 de agosto, Metallica, mejor conocido en el mundo como 'The Black Album', fue publicado provocando una de las vorágines más importantes en el mundo de la música. Hasta hoy el disco ha vendido más de 25 millones de copias, lo que lo coloca como el de mayor número en el metal, y el número 24 de todas las producciones de la historia.
Ya no había thrash, subgénero que fundó, sino canciones de hard rock y heavy metal que irrumpieron en la radio convencional y provocaron el hate de los más acérrimos fans metaleros, pero que le trajo millones de seguidores en el mundo.
El primer sencillo, Enter Sandman llegó a las radiodifusoras en junio y logró vender 500 mil copias, sin embargo el verdadero fenómeno, considerado uno de los hechos más grandes en cuanto a ventas, fue el furor que causaron las larga filas desde el primer minuto del 12 de agosto de 1991, cuando las tiendas de discos en los Estados Unidos lanzaron al mercado la grabación en formatos de Compact Disc, vinilo o cassette.
Esa locura llegó horas antes de la apertura de los negocios de la Unión Americana, con fanáticos decididos a adquirir más de una pieza. Esto provocó llamadas desesperadas de los dueños por tener más producto al agotarse al instante, un hecho sin precedente con otros artistas o agrupaciones de otros géneros en el mundo.
“Es una grabación increíble, deben escucharla durante el fin de semana. Aquí en las tiendas de California son una especie de Pandemonium”, decían los encargados de Tower Records, tras los gritos de los amantes a la banda de metal.
Canciones como Enter Sandman, Sad But True, The Unforgiven, Nothing Else Matters, Wherever I May Roam o Through the Never se convirtieron en clásicos instantáneos.
A partir de ese momento, los músicos de San Francisco dejaban de competir con las bandas de metal y se pondrían a la par de The Beatles, Madonna, Bob Dylan, Michael Jackson, Led Zeppelin o Bob Marley.
La controversia de 1991
Si bien Metallica ya había sido señalado como “traidor” de su género original, el thrash metal desde su primer balada (Fade to Black de su segundo álbum Ride the Lightning) o su primer video en MTV (One, de And Justice for All de 1988), este pese a su enorme éxito fue catalogado por muchos fans con una ofensa.
Pese a ello, obligó a otras bandas de su género a explorar el hard rock, y ha sido una de las obras más influyentes de los últimos 30 años, tanto que al género del heavy metal o hard rock, los no tan fans señalaban como “música metálica”.
The Blacklist
En los últimos meses de 2021, llegó una nueva "ofensa" para los fans de metal: más de una treinta de músicos de diversos géneros fueron reclutados por los mismos Metallica, bandas que van desde el metal, el progresivo, alternativo, hasta el pop y reggaetón.
Es así como los alternativos Weezer, los punketos Off!, la gótica Ghost o Volbeat, se unen a los poperos Juanes o Ha Ash, el popular reguetonero JBalvin.
Este álbum de 53 covers, del que ya se han publicado algunos, saldrá a la venta el próximo mes de septiembre.
Otra controversias
Metallica ya había hecho colaboraciones con grupos de otros géneros: durante el homenaje que le realizó MTV en 2003, Avril Lavigne hizo una versión en vivo de Fuel; mientras que se unió en el escenario a Lady Gaga en los grammy 2017 para tocar en vivo “Moth into Flame”.
Otro momento criticado fue cuando grabaron un LP conceptual con el legendario Lou Reed, llamado Lulu.
arb