El cantautor Jorge Drexler es aficionado al surf y tiene buen sazón para la paella; cuando no está de gira o componiendo, disfruta echar la “cascarita” con los amigos pero, sobre todo, pasar tiempo con sus hijos y su pareja.
Desde Montevideo, su ciudad natal, el ganador del Premio Oscar a Mejor Canción Original (2004), por su tema “Al otro lado del río”, pide que no se le hable de usted y acepta que, por más que quiere, no deja la música… ¡hasta en las sobremesas se pone a cantar!
El uruguayo cierra el año como ganador de los Latin Grammy 2018, donde se llevó tres gramófonos de oro por Mejor Canción y Mejor Grabación con “Telefonía”, y por el Mejor Álbum de cantautor con Salvavidas de hielo.
¿Qué representan los premios y qué te demandan?
Representan una alegría y son algo para agradecer, más teniendo en cuenta cómo está la industria musical hoy en día; es bastante excepcional que me lo hayan dado (el Latin Grammy) y no a otros nominados, por ejemplo de música urbana, que tienen 40 veces más difusión que yo. Después, lo que demanda es no tomárselo en serio, darle su valor relativo y no tenerlo en mente cuando uno escribe canciones.
¿Eres el mismo desde que entraste a la música?
Basta pensar en las cosas que han permanecido y cambiado en 25 años de la vida de cualquier persona, lo único que pasa es que yo voy escribiendo canciones y ellas van configurando un diario de mi vida, que muestra que soy el mismo pero a la vez diferente. Sigo haciendo las canciones por la misma razón, esa es una cosa que no ha cambiado, pero he modificado mucho la manera de ver los textos; hoy me cuesta mucho encajar, no soy muy bueno para las taxonomías, me encanta que trasciendan los géneros y cualquier actividad que celebre la música me parece buena idea.
¿Alguna canción de la que te arrepientas?
No, la verdad que no. Me da un poco de pena no haber incluido en el último disco una canción que se llama “Los puentes” que quiero mucho y que la presenté el día que salió electo Donald Trump, la presenté en un video en redes, pero no encontramos la manera de incluirla… sé que ya tendré tiempo de meterla en un álbum, este 2019 empezaré una gira, pero espero sean pocas fechas, quiero bajar las revoluciones pensando en empezar a escribir en un nuevo disco.
¿Qué disfrutas más de las giras?
La mejor experiencia es disfrutar cada lugar al que vas; por ejemplo, tomarte un tiempo para visitar las ruinas de Dzibilchaltún o bañarte en el cenote Xlacah antes de dar un concierto en Yucatán. El regalo más grande que me ha hecho la música es Iberoamérica, me ha dado un continente entero, me ha enseñando a hacerme entender.
¿Tus pasatiempos aparte de la música?
Cuando puedo escaparme práctico surf, es de lo que más me gusta; con mala técnica y mucho entusiasmo, pero desde los 15 años lo hago, nunca fui bueno, pero nunca dejé de practicar.
¿Algún otro deporte?
Me gusta jugar futbol con los amigos, tengo un grupo en Madrid que veo cuando puedo; también me gusta mucho, mucho, mucho ponerme los domingos a cocinar, me gusta mucho cocinar, tengo bastante buen punto para el arroz, me gusta hacer paella para los amigos, pero no puedo dejar de cantar en la sobremesa.
¿Te consideras hogareño?
Cuando no estoy de gira sí, me gusta mucho estar en mi casa para tratar de contrarrestar el ritmo, los horarios y la actividad social; cuando no estoy trabajando, el mayor privilegio es ir caminando con mis hijos y mi mujer hasta un restaurante o quedarnos en la casa viendo una película frente a la chimenea.
¿Una película que haya marcado tu vida?
Muchas me han marcado, hay una película uruguaya que me impactó por muchos años, Whisky, es una de las cintas más importantes que he visto. La última que me marcó profundamente es Roma (de Alfonso Cuarón), me parece una verdadera maravilla; ahí nos quedamos cuando grabamos el disco, es uno de los barrios que más frecuento cuando voy a Ciudad de México, de hecho me gustaría vivir un tiempo allá, me encanta, es una ciudad vibrante, lo que pasa es que tengo a mis hijos en Madrid.
¿Qué está leyendo?
Homo Deus, del escritor israelí Yuval Noah Harari.