Es 19 de septiembre. En la Ciudad de México, el ambiente es el de siempre: tráfico, bullicio y vida en cada esquina. Sin embargo, en este día, algunos de nosotros hacemos una pausa para recordar a una figura esencial del rock mexicano, un hombre cuya voz, guitarra y letras siguen resonando en el tiempo, a pesar de que su vida se apagó hace 39 años.
Conocido como el "Profeta del Nopal", Rodrigo Eduardo González Guzmán, o simplemente Rockdrigo, se convirtió en un ícono del movimiento rupestre, un género musical que fue más allá de las notas, tocando temas de la vida cotidiana, la urbanización y la lucha de las clases populares. Rockdrigo no sólo cantaba, narraba la realidad de un México que, como hoy, estaba lleno de contrastes.
Músicos y referentes de la música en México, coinciden en algo: la influencia de Rockdrigo fue y sigue siendo enorme. Sus canciones, como "No tengo tiempo de cambiar mi vida" o "Estación del Metro Balderas", se convirtieron en himnos que describen la vida en la ciudad de una manera tan auténtica que, aún hoy, miles de jóvenes descubren su música y sienten que esas letras hablan directamente de sus propias vivencias.
El sismo en la Ciudad de México de 1985 acabó con la vida de Rockdrigo
El 19 de septiembre de 1985 es una fecha que marcó a México. El terremoto que sacudió a la capital fue devastador, dejando miles de muertos y desaparecidos. Entre las víctimas, se encontraba Rockdrigo González.
El "sacerdote rupestre" tenía apenas 34 años cuando perdió la vida junto a su pareja, Françoise Bardinet, en su departamento ubicado en la colonia Juárez. Aquel día, la música mexicana perdió una voz, pero el movimiento que él había iniciado nunca se detuvo.
Metro Balderas donde vive el recuerdo del 'Profeta del Nopal'
A través de los años, su legado no sólo ha sido recordado, sino que ha crecido. Músicos de diversas generaciones y géneros, desde Javier Bátiz hasta El Tri, han reconocido la influencia de Rockdrigo en sus propios trabajos. Sus letras, llenas de una crítica social mordaz y de una poesía urbana única, siguen vigentes.
No es casualidad que en la estación del Metro Balderas, donde vendía sus casetes de forma independiente, se erigiera una estatua en su honor, como un recordatorio permanente de su impacto en la cultura popular.
Escuela de música en México lleva nombre del tampiqueño Rockdrigo González
Además, en un esfuerzo por mantener vivo su legado, la Escuela de Música Pilares Rockdrigo González fue nombrada en su honor. Este espacio se ha convertido en un centro donde los jóvenes pueden aprender a tocar instrumentos como la guitarra, el piano o la batería.
Más allá de enseñar música, esta escuela busca inspirar a las nuevas generaciones para que sigan los pasos de aquellos artistas que, como Rockdrigo, usaron su arte para transformar su entorno.
Rockdrigo González descansa en paz en su natal Tampico
No sólo en la Ciudad de México se le rinde homenaje. En su ciudad natal, Tampico, sus restos descansan en el Panteón Municipal, donde es recordado con cariño por aquellos que crecieron con su música.
González se fue demasiado pronto, pero su música sigue aquí, acompañando a quienes buscamos en sus letras una ventana a un México que, aunque cambiante, mantiene las mismas luchas y esperanzas. Hoy, 39 años después, su figura se mantiene como un faro en la historia del rock mexicano, un recordatorio de que, aunque la vida es breve, el arte puede ser eterno.
- Te recomendamos Hermana de Rockdrigo González pide que no se lucre con homenajes: "Entrada debe ser libre" Estilo