Apasionada y nada conformista, así se define Laura Pausini, quien está cumpliendo 25 años de trayectoria musical.
La cantante sonríe ampliamente al hablar de esta celebración, pues admite no ha sido fácil mantenerse no solo en el gusto del público, sino también ganarse el respeto de sus colegas.
“Las mujeres siempre la tenemos más difícil, y en mi caso no ha sido la excepción. Ahora que una ya rebasa los 40 años todo se va complicando más porque es normal; la gente y los hombres comienzan a voltear a ver a las más jóvenes, pero para eso hay que reinventarse, mantenerse vigente”, declaro en exclusiva previo al primer concierto que ofreció en nuestro país para celebrar más de dos décadas en la música.
Rodeada de enormes cajas que guardan la costosa producción que la acompañará a recorrer el mundo, Laura no cambia su buen humor a pesar del jet lag, ni de su presión por haber tenido que modificar algunos detalles del espectáculo a tan solo minutos de subir al escenario.
“A veces me gustaría ser menos meticulosa, pero no puedo, muchos dicen que es porque no tengo confianza, pero tampoco. Estoy rodeada de un gran equipo que sabe cómo me gusta trabajar; sin embargo, así soy yo. Nunca estoy conforme y siempre quiero dar lo mejor ya sea en un concierto, una entrevista, una firma de autógrafos o una foto”.
Tanto su semblante, como su tono de voz, cambia al referirse a México; un país que, según explica, le ha robado gran parte de su corazón gracias a tantos buenos recuerdos que ha logrado vivir en los últimos años.
“Tienen poco o mucho de mí y siento que es reciproco. Es un país que me abrió sus puertas cuando apenas tenía 18 años, han pasado más de dos décadas y seguimos juntos, eso es lo más lindo. Además, ¿sabes qué? He aprendido tantas cosas y sí, también malas palabras, que me siguen encantando”, dijo entre risas.
Mientras su equipo de seguridad y su asistente personal analizan cada encuadre de la entrevista, la intérprete pide que se relajen y le permitan hablar de la faceta que cambio por completo su vida: la de ser madre.
“Yo pensé que cuando fuera madre iba a ser controladora y que no iba a querer que le pasara absolutamente nada a Paola, con el tiempo me di cuenta que eso no es bueno. Hoy soy más tranquila y me gusta que ella sola experimente las cosas, tanto las buenas como las malas”.
A lo lejos, su pareja, Paolo Carta, quien a la vez es su director musical, aparece en brazos con Paola, hija de ambos de apenas 5 años, y quien parece ver con normalidad el ajetreo de personas corriendo, las cámaras de televisión encendidas y los gritos de personas que comienzan a llegar al recinto para ver a su madre.
“Es una niña que ya tiene su personalidad muy definida, yo quedo sorprendida por lo madura y lo grande que es mentalmente; creo que tiene que ver con todo esto que ella ve y vive porque desde siempre ha estado conmigo.
“Yo no soy madre a la distancia, mi niña viaja conmigo a cada parte en la que estoy y lo más chistoso es que también canta, ella ya tiene en sus venas esa sangre artística”, admite la italiana.
México es apenas la primera parada en nuestro continente de su tour mundial, el cual arrancó en Roma y la llevará a dar conciertos en América y Europa hasta finales de año.
“Es una gira en la que sí están las canciones viejitas pero también las nuevas, creo que es necesario que el público que nunca me ha visto en vivo pueda darse cuenta de que también puedo bailar y no solo hacerlos llorar con una balada”, dijo la cantante antes de dar el visto bueno a su equipo para salir al escenario.
CLAVES
SUS PASOS
Con solo 12 años, Laura compuso su primera canción llamada “Déjame dormir”. A los 13, con la ayuda de su padre, grabó su primer álbum que llevó como título Sueños de Laura.
En su último álbum, Hazte sentir, incluyó una versión latina del tema “Nadie ha dicho”, en colaboración del grupo Gente de zona.
En 1996, Laura Pausini tuvo la oportunidad de cantarle al papa Juan Pablo II en el Vaticano.
Se reinventa Pausini para conservar el cariño de sus fans
La cantante italiana está en México para presentar el show de su gira Hazte sentir.
Monterrey /
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