De pocas palabras Eric Clapton en el Estadio GNP de Ciudad de México, aunque, siendo justos, el diálogo lo hizo con la guitarra. Y es que un artista de la talla del guitarrista británico no necesita presentación ni demasiada oratoria para llenar, casi en su totalidad, uno de los espacios con mayor cupo del país.
Está fue la noche del ‘riff’; un concierto en el que recordamos lo poderoso que es una línea melódica a través de las cuerdas de una guitarra eléctrica, y Clapton lo ejemplificó desde la primera canción.
En punto de las 21:00 horas, puntual, como pocos, de las bocinas del Estadio GNP salieron las primeras notas de “Sunshine of Your Love”, aquella icónica canción que creó con Cream y que es reconocida por muchos como un himno del rock clásico. “Key to the Highway” y “I’m Your Hoochie Coochie Man”.
Ciudad de México siempre ha sido rockera de corazón y no podía perderse una fecha tan importante como la llegada de una de las leyendas vivas de este movimiento cultural. Eric Clapton se presentó en el escenario con gorra y chamarra negras, cómodo en jeans, dando pasos cortos y lentos. Pero al colocarse la guitarra, sus muñecas y sus brazos parecían tener otra edad y otra energía.
“Badge”, otro éxito de Cream, fue el preámbulo a las segundas, breves, palabras del guitarrista ante un atento público mexicano: “Muchas, muchas gracias. Estoy orgulloso de estar aquí”.
Había muchos conciertos y muchas canciones cantadas en los ojos y voces de la audiencia mexicana de Eric Clapton. Fue sencillo identificar la experiencia de los asistentes y a los hijos que acompañaban a sus padres (aunque la edad de los hijos también parecía superar las 4 décadas). Sin embargo, no fue raro descubrir apasionados oyentes que coreaban cada canción, tocaban guitarra o teclado a la par que Clapton y su banda e incluso, algunos, pasaban sus manos por su pelo al escuchar las primeras notas de una esperada canción.
La potencia de la primera parte del concierto llegó a otra etapa cuando Clapton cambió la ‘eléctrica’ por una acústica y tocó temas como “Nobody Knows You When You’re Down and Out”, cover de Jimmy Cox, “Running on Faith”, muy aplaudida por los fans, y “Change the World”.
Y fue este bloque el que le regaló al concierto un momento inolvidable: “Tears in Heaven”. Las luces de miles de celulares se encendieron para bañar la figura del guitarrista en luz y petrificar esta interpretación en cientos de videos. Clapton agradeció profundamente el apoyo de sus fans mexicanos.
Hacia el final del concierto canciones como “Old Love”, “Got To Get Better in a Little While”, “Crossroads Blues”, “Cocaine”, “Before You Accuse Me” y “Little Queen of Spades” conformaron el último bloque de su repertorio y llenaron al público de energía al transportarlos, por lo menos musicalmente, a un clásico concierto de rock.
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