La primera iluminación musical de Yoanna Salazar ocurrió en el coche familiar. En ese entonces, siendo una niña de 4 años, escuchó una canción de Alicia Villareal en la radio y la empezó a cantar.
Su mamá, en lugar de pedirle silencio, la volteó a ver y le dijo: “Wow, tú cantas”. Desde ahí no hubo fiesta en la que no le pasaron el micrófono.
- Te recomendamos Gabito Ballesteros: "Los corridos nunca se van a prohibir" Música
Ahora, convertida en una cantante de pop en ascenso, la artista regiomontana no deja de soñar y luchar por elevar su carrera, que está inspirada en referentes como Alicia Keys, Jesse y Joy, Ha*Ash y Justin Bieber.
“Veo a la música como una forma de sanar, de poder expresar todo lo que no se puede con palabras; aunque no digas las palabras que están describiendo tal cual lo que sientes, es el simple hecho de que la melodía conecte contigo, que te permite poder transmutar muchos sentimientos”, dice en entrevista con MILENIO.
Pero antes de llegar a este punto donde ya tiene varias composiciones circulando por las redes sociales, como Luciérnagas y Diferente, Salazar pasó por una segunda iluminación.
Tras estudiar Derecho y Finanzas, trabajó un rato en el ramo: “Veía a mis compañeros abogados y financieros muy complacidos por su propio trabajo y metas, pero no podía tener esa visión, nunca pude motivarme dentro de lo que me estaba dedicando”.
Yoanna solo quería salir del trabajo y llegar a casa “para seguir cantando”.
La pandemia encerró a todo el mundo y ella aprovechó esto para replantearse su camino de vida: “Tenía que internar (la música), no quería arrepentirme de no haber hecho nada”.
El 11 noviembre del 2021, la regiomontana subió su primera canción a YouTube: Cohete. La respuesta fue buena, por lo que casi un mes después, el 3 de diciembre, sacó el video oficial... Un éxito para una artista independiente: al momento, ostenta más de 419 mil reproducciones.
"Las canciones siempre trato que animen y dejen mejor a la persona que las va a escuchar; quiero que antes de escuchar estén de cierta forma y después sientan aunque sea 1 por ciento de mejoría, un respiro, nuevas ideas", señala sobre la esencia de su sonido.
Aunque estos primeros pasos de Salazar en la música no han sido fáciles: "Ya me ha tocado hate, mucho más de lo que imaginé". Reconoce esto le costó trabajo al principio, pero "simplemente le das scroll, no es necesaria la maldad, la crítica no constructiva. Es algo que tienes que aprender a manejar".
¿Y cuáles son esos eslabones que la revitalizan, además de la creación y su familia? "Leer y cuestionarme todo".
"Eso me ha ayudado a que el exterior tenga el menor impacto posible dentro de mí; siempre mantenerme con la idea en la mente de a dónde quiero llegar, y pase lo que pase afuera, entender que puedo ser fuerte".
Actualmente Yoanna está promocionando el tema Nadie es perfecto, que forma parte de su primer disco 11:11, del que solo faltan cuatro canciones por estrenar. Y ya con el disco completo en las plataformas, "vamos a empezar con la planeación del tour aquí en México".
Ya con un tramo recorrido en tu carrera musical, ¿a qué le tienes miedo?
A que no les guste mi música, a que no conecten o lleguen a entender el proyecto, todo lo que hay detrás. Pero eso siempre va a estar, aunque es una de las debilidades del ego; tienes que ir con los ojos vendados, con toda la fe del mundo.
¿Y cómo concibes la soledad en tu proceso creativo?
La disfruto bastante, a veces siento que necesito más de la que tengo. Me permite crear mucho, pensar qué más puedo hacer, a dónde le puedo dar. Me llevo muy bien con ella, aunque me encanta estar acompañada.
Por último, ¿dirías que estás viviendo el sueño que tenías de niña?
Sí, justamente me acabo de hacer consciente de eso cuando me acordaba de todo lo que visualizaba e imaginaba cuando era niña. Es algo que me motiva mucho para seguir.
hc