Yalitza Aparicio continúa explorando el mundo de posibilidades que le abrió la actuación. Desde su debut en Roma ha desfilado por algunos elencos que la han hecho reconectar con sus raíces, haciendo eco de un mensaje importante sobre la representación en pantalla; el próximo estreno de La gran seducción no es la excepción.
En esta cinta Yalitza da vida a Ana, una profesora que junto al resto de los habitantes de un pueblo mexicano, busca convencer –seducir– a un médico para que se convierta en residente y así sacar a flote a su comunidad, que está sumergida en una crisis a causa de la industrialización pesquera.
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“Es algo que aún tengo que preguntarle al director, porque es un giro que tiene el personaje; en algunos momentos Celso me escribía y preguntaba si me gustaría algo en la historia o qué pensaba del personaje; tuvimos varias conversaciones a lo largo del camino y cuando vi el guion final me di cuenta de que Ana era maestra”, dijo Yalitza a MILENIO.
“Hubo momentos de la película que me trajeron recuerdos muy lindos, y confieso que disfruté mucho compartir el aula con los niños, aunque sabes que esto es actuación, volver a escuchar frases como: ‘Maestra, me ayuda con esto’, me conectó con esa parte de mí que tanto me gusta”, agregó la actriz sobre su personaje.
La gran seducción cuenta en su elenco protagónico con Memo Villegas y Pierre Louis, quienes dan vida a Germán, el líder de la isla, y a Mateo, el médico que deben seducir para enfrentar la crisis y sacar a flote la empacadora de pescado. Esta historia rescata la esencia de los pueblos mexicanos, a través de la comedia y el drama.
“Es muy mexicana, pero es una historia que podría ocurrir en muchos pueblos del mundo. Es una realidad que los pequeños poblados estén casi vacíos, con un puñado de habitantes, porque los hombres y jóvenes migran por una vida mejor; acá intentamos dar un mensaje de esperanza”, explicó Celso García, el director del filme.
Y aunque estos temas duros están presentes, la película “es muy luminosa –dijo Pierre Louis–, tiene este toque de humor para darle otro sentido, porque a veces la comedia es la risa de las propias desgracias. Sí hay un reflejo del país, y también hay esperanza; es una comedia familiar que todo mundo puede ver”.
“Es una comedia en la que resuenan temas fuertes, habla con un lenguaje divertido, pero no deja de poner en pantalla a la comunidad, todos podemos conectar con ella porque es universal: gente con buen corazón en circunstancias difíciles”, agregó Nicolás Celis, productor de la cinta.
Un juego de seducción
Cuando el elenco leyó el guion final no hubo lugar a dudas de que se trataría de una película divertida. Germán (Villegas), el líder del pueblo, busca reactivar la empacadora de pescado para que los habitantes puedan recuperar sus vidas y sus familiares regresen a un trabajo. Para ello, es necesario un médico residente.
“Trato de seducir al doctor con una serie de mentiras, que va solucionando sobre la marcha; no tiene el plan calculado, se inventa el camino y resuelve con lo que tiene a la mano para que no se le caiga el teatro. Muchas de las cosas no están en el guion, pudimos improvisar”, dijo Memo.
“Es un juego de seducción en el que entran todos los personajes, incluso a Ana le cuesta entrar al juego de seducir al doctor, German la envuelve para que acepte formar parte del grupo que convencerá al doctor y que nos lleva de mentira en mentira hasta que llega al punto máximo”, dijo Yalitza.
DAG