La noche del domingo en el Auditorio Telmex fue de amor, canciones y recuerdos con el Cancionera Tour al estilo Natalia Lafourcade.
En escena, la autora y cantante se volvió cancionera y guitarra en mano conquistó al público tapatío que al grito de “¡Bravoooooo!”, demostraron que quedaron cautivados.
Extrañó a los asistentes que —como si fuera obra de teatro—, al llegar les entregarán un programa de mano, pero poco a poco descubrieron ahí el concepto del espectáculo.
La artista, vestida de rojo y con una sola luz cenital iluminando el escenario, se fue echando al público a la bolsa con su actuación teatral y emotiva.
“Cariñito de Acapulco… no te olvides de mis besos”, interpretó, mientras seducía al público y hacía cambios de vestuario en el escenario, en un concierto que, pese a la cantidad de público, se sintió íntimo, cercano y cariñoso.
“Esta noche no es mía, es de ustedes… pa’ cantar, pa’ gritar, hagan lo que quieran”, dijo a los presentes y, entre los acordes de la guitarra, se fundió en música, de esa que no tiene edad.
“Cómo quisiera quererte”, “Colibrí”y “Mexican Mía” fueron coreadas y aplaudidas por las casi 10 mil almas reunidas en domingo ante Natalia.
Para matizar la noche de seducción, Natalia le cantó a los enamorados a punto de tomar el matrimonio como camino y, con programa en mano, entre todos cantaron el tema que ahí venía escrito: “El Palomo y La Negra”, una oda al amor.
Después llegó el ritmo, y con todos de pie, inició la “fiesta de boda”, para luego, hablar de la debacle y el desamor.
Bajo los repiques de uno de sus más grandes éxitos, cantante y asistentes interpretaron “Nunca es Suficiente” al unísono y con una fuerza que emocionó a todos.
La bohemia se hizo más intensa, entre memorias, brindis y tragos de tequila, el público se fue “embriagando” con música y las historias de amor temprano de Natalia: “Amarte Duele”, “En el 2000”, más tarde se “puso la mano en el corazón” e interpretó, al compás de un son ,“El amor de mis amores”.
“¡Qué bonito!”, le gritaban los más románticos y “¡Viva Agustín Lara!”, respondió la cantante, para seguir su set list al ritmo de “Quererme como a mí me gusta”, que la audiencia acompañaba con sus palmas.
También cantó a su tierra veracruzana y dedicó su amor a los tapatíos, se despidió y llegó el encore, donde no podía faltar “Hasta la raíz”, que cantó mientras la ovacionaron.
Así, la noche tapatía de Natalia fue redonda y para los jaliscienses fue de enamoramiento mutuo.
MC