‘Para la libertad’: Retrato del 68 y la falta de tolerancia

El montaje va acompañado con música de Joan Manuel Serrat y aborda temas aún no superados como homofobia, racismo y distinción de clases.

El elenco está ensayando en el Foro Cultural Coyoacanense. Édgar Negrete
Libertad Ampudia
Ciudad de México /

Son cerca de las ocho de la noche y el Foro Cultural Coyoacanense Hugo Argüelles aún está lleno y varias personas disfrutan de los jardines; adentro del teatro suena Joan Manuel Serrat y la producción del musical Para la libertad, México 68 afina los últimos detalles para el estreno de su nueva temporada.

Solo una decena de butacas está llena y, la mayoría se vacía cada que se debe arreglar una luz, mejorar un sonido o dar alguna instrucción al elenco; ahí, en un ensayo exclusivo para M2, las actrices Irasema Terrazas y Lorena Vignau, así como el director y dramaturgo Omar Olvera Calderón, hablan de lo que sigue haciendo especial a esta puesta en escena.

“Desde la creación y los montajes que han existido desde 2010 hemos coincidido en que los temas que se tocan, como la homofobia, el racismo, la distinción de clases, la represión, son temas que a pesar de que han pasado 50 años no hemos resuelto como sociedad y por eso vale la pena volver a montar esta obra y hacer una reflexión acerca de eso”, dice Olvera.

Y añade: “También es para recordar la lucha que tuvo la generación del 68, a la que le debemos la mucha o poca libertad de expresión que ahora tenemos. Aunque en un inicio la escribí más como un tributo a Serrat, un cantante al que admiro mucho por herencia de mi madre y que sigue vigente”.

La obra habla de un grupo de estudiantes de la Antigua Academia de San Carlos, cómo después de una tragedia deciden involucrarse en el movimiento estudiantil de 1968 y enfrentar al gobierno, la sociedad y su familia. A mitad de la obra, un letrero con la palabra “Libertad” hace aparición en manos de los jóvenes protagonistas.

“Creo que la libertad es un tema muy complejo, puede llegar a muchos ámbitos, hay libertades sociales y libertades individuales, yo creo que en las dos hay que estar repetidamente yendo a los principios que nos vuelven a juntar, de eso nos encargamos todos, es un trabajo que no termina. En el país hay que estar hablando continuamente del tema”, dice Terrazas.

Mientras Vignau agrega: “Yo creo que estamos luchando todavía por tener libertad de expresión, libertad de decisión, pero más que nada lo que siento que falta es respeto, creo que México es un país que carece de respeto a las decisiones de orientación sexual, de vestido, de todo tipo; si fuéramos gente más respetuosa de las decisiones de los demás seríamos un gran país, hace falta tolerancia”.

Cuando el final llega, la producción aplaude a los nueve actores y tres músicos en escena; mientras la utilería se recoge, el director da algunos comentarios y despide a los presentes, recordando que el musical podrá verse del 14 de julio al 29 de septiembre.

En su primera versión (2012) el musical tenía más canciones; a partir de 2016 los diálogos y personajes se enriquecieron para hacer justicia al tema.

En la producción también participan Jorge Mejía, Jonathan Laredo, Juan Pablo Ruiz, María José Bernal, Lucía Huacuja, Brenda Santabalbina, Daniel Páez y Roberto Salguero.

Regreso de Irasema

La soprano se enfocó en interpretar óperas, obras sinfónicas y de cámara. Ahora regresa a los musicales como una madre preocupada que verá a sus hijos entrar al caótico ambiente del 68: “Ha sido un reto retomar el género, llevo cinco años cantando otros géneros y la voz se va para otro lado; tratar de combinar eso con cuestiones técnicas y vocales”.

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