Los Barón de Apodaca forman parte de ese eslabón que une a la música grupera con la cultura popular. Como agrupación es una leyenda, y sus integrantes son además los personajes que han ambulado desde el lugar en que nacieron, y adoptaron su nombre, y que han pisado escenarios en muchas partes dentro y fuera de México. El baile y la pasión colectiva se fusionan, además de establecer un punto en común con aquellos que crecieron con sus canciones, que las consideran incluso como parte de su educación sentimental, y una que otra borrachera. Estos son pues los personajes de Nuevo León, y se dice personajes, porque en el libro que se ha escrito sobre su trayectoria conversa cada uno de manera individual sobre la historia que escribieron de manera conjunta.
Su máximo éxito
“Y por esa calle vive la que a mí me abandonó”, con esta frase inicia el principal hit de Los Barón de Apodaca, conocidos como los Ases de la Música Chicana. Este tema también es con el que se titula parte del libro de Ramiro Estrada Sánchez (1943, Concepción del Oro, Zacatecas), quien como cronista, fue autor y compositor del “Corrido de Apodaca” y de libros como “Apodaca: puerto aéreo” (1985) y “Los compadres de Apodaca” (2015). De manera que este municipio fue parte de su trabajo desde diversos ángulos sociales. Falleció el 6 de mayo de 2018 a los 74 años de edad. En reconocimiento, el municipio de Apodaca lo designó el 10 de octubre de 2018 como Cronista In Perpetuum. La biblioteca municipal lleva su nombre.
En “Y por esa calle vive. Cuarenta años de Los Barón de Apodaca” (UANL-Fonovisa, 2018), Ramiro Estrada hizo entrevistas a los integrantes, quienes platicaron sobre sus inicios, trayectoria, dificultades, reconocimientos y anécdotas, como parte de la celebración de los 40 años. Y que en este 2022 llegarán a los 44 años desde que dieron sus primeros pasos dentro de la música.
Ubaldo Suárez, la primera voz del grupo, es quien abre la conversación:
“Todos pertenecimos a diferentes grupos. Yo trabajaba en un grupo que se llamaba San Francisco de Apodaca, con Arturo Villarreal, hermano de Choche y de Javi el de Bronco. Anduve 11 años ahí. Se desbarató el grupo y ellos andaban en uno que se llamaba Los Naipes. Entonces, les faltaba una cantidad de dinero para comprar un equipo de sonido al que yo pertenecía; y pues me hicieron la invitación para entrar con ellos, para no pagar esa cantidad, que pagué en equipo de audio. Eso fue mi aportación, me aceptaron y de ahí en adelante me quedé con ellos. Ese fue el principio con Los Barón de Apodaca”.
Así, Ubaldo Suárez, con sentido del humor, parte de esos inicios, además de cómo empezó a cantar y a ponerle el sello tan característico de su voz, una de las más reconocidas dentro de la música popular; entre su naturaleza autodidacta, como lo es también en los demás integrantes, y el nacimiento de Óscar Flores como el representante de la agrupación. La anécdota del fan que murió y lo enterraron con un disco de Los Barón es otro de los momentos que guarda en su memoria. La canción favorita, les dijo el hermano de este fan de San Luis, era “Y por esa calle vive”.
Sigue una de las mejores segundas voces de la música grupera: Arturo Valadez, quien destaca los 3 millones de pesos que ganaron en 1983, hablando de viejos pesos.
Javier Cantú (guitarra) recuerda sus inicios en la música, con compañeros de secundaria, con un grupo que después se llamaría Los Bronce, también de Apodaca. Salomón Guajardo (tecladista), quien conversa sobre sus influencias: Rigo Tovar, Renacimiento, Los Humildes, Ramón Ayala, Los Cadetes de Linares y además de quien fue la idea del nombre completo, puesto que antes se llamaban Los Barón; en este caso Óscar Flores le agregó el “de Apodaca”: “Y se oía bonito, para resaltar al pueblo” (pág. 46).
Efraín Flores (bajista, quien falleció en 2017) comentó sobre la importancia y el orgullo de que los hayan invitado a hacer un libro y cómo su hijo Javier entró como baterista en lugar de Francisco Martínez, la sangre nueva, el legado, junto con Alejandro Valadez, hijo de Arturo, quien toca el bajo. Y así entre plática y plática, la verdad se asoma sobre Los Barón de Apodaca.
Fotos del grupo y discografía, carteles de presentaciones, además de los éxitos descritos en las páginas con viñetas en forma de piano: “Cuando nadie te quiera”, “Acá entre nos”, “La última muñeca”, “Miguel e Isabel”, entre muchos, se aprecian en las páginas de esta obra. Textos de César Garza, alcalde de Apodaca, Antonio Silva y La Chicuela complementan este libro de Ramiro Estrada, quien llevo la historia de estos personajes de la música chicana a un libro.