En el marco de la promoción de Gladiador II, el reconocido actor Denzel Washington ha dado declaraciones que han generado polémica, esta vez dirigidas hacia su relación con la Academia de Hollywood.
En una entrevista para la revista Esquire, Washington recordó cómo la derrota en los Premios Oscar de 2000 frente a Kevin Spacey por Belleza Americana impactó su percepción sobre el prestigioso galardón.
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La derrota en el Oscar que dejó una marca
Denzel Washington ya era un actor consagrado, con un premio Oscar a Mejor Actor de Reparto en Glory, cuando fue nominado como Mejor Actor por su actuación en The Hurricane, donde interpretó a Rubin Carter, un boxeador injustamente encarcelado.
La categoría a Mejor Actor incluía nombres destacados como Kevin Spacey (Belleza Americana), Russell Crowe (The Insider), Richard Farnsworth (The Straight Story) y Sean Penn (Sweet and Lowdown). Aunque Washington había ganado el Globo de Oro por su interpretación, el Oscar fue para Spacey.
“En los Oscar, pronunciaron el nombre de Kevin Spacey por Belleza Americana”, recordó Washington. “Recuerdo que me di vuelta y lo miré, y no había nadie de pie, excepto la gente que lo rodeaba. Y todos los demás me miraban. No es que fuera así. Tal vez así lo percibí. Tal vez sentí que todos me miraban. Porque, ¿por qué me mirarían todos? Pensándolo ahora, no creo que lo hicieran”.
La derrota lo llevó a una reflexión amarga, confesando que esa noche encontró consuelo en una bebida: “Estoy seguro de que me fui a casa y bebí esa noche. Tenía que hacerlo”, compartió.
Sin embargo, Washington dejó claro que no guarda rencores hacia Spacey, aunque su reacción inicial fue dolorosa: “No quiero sonar como si dijera: 'Oh, él ganó mi Oscar' ni nada por el estilo. No fue así".
"Y, ya sabes, en la ciudad se hablaba de lo que estaba pasando en ese lado de la calle, y eso es algo entre él y Dios. Yo no tengo nada que ver con eso. Rezo por él. Eso es algo entre él y su Creador”.
El impacto emocional y su decisión de dejar de votar
La derrota marcó la segunda vez que Washington se encontraba en la carrera por el premio a Mejor Actor, después de haber perdido en 1993 frente a Al Pacino (Perfume de mujer) por su papel en Malcolm X.
Esta nueva pérdida lo llevó a replantearse su participación en los Oscar, al punto de delegar las votaciones a su esposa, Pauletta Washington.
“Pasé por una época en la que [mi esposa] Pauletta veía todas las películas de los Oscar. Yo le decía que no me importaba. ‘¿No les importo? No me importa’”, confesó. “Votas. Las ves. Yo no las veo. Me di por vencido. Me amargué. Me compadecí”.
Dos años después, en 2002, Washington ganó su primer Oscar a Mejor Actor por su icónica actuación en Training Day, convirtiéndose en el segundo actor afroamericano en lograrlo tras Sidney Poitier. Desde entonces, ha recibido varias nominaciones, la más reciente en 2022 por The Tragedy of Macbeth.
Ahora, Washington está nuevamente en el radar de los Oscar, esta vez en la categoría de Mejor Actor de Reparto por su participación en Gladiador II. A pesar de su compleja relación con la Academia, su legado como uno de los actores más destacados de Hollywood sigue intacto.