Un despertar de la conciencia a través de lo sagrado. Esta fue la visión que Antonio Velasco Piña plasmó en Regina: 2 de octubre no se olvida, la novela que ofrece una interpretación espiritual del movimiento estudiantil ocurrido en Tlatelolco en 1968; la historia se publicó a finales de los 80 y, tras 10 años de búsqueda por los derechos, José Gerardo logró convencer al fallecido autor de llevar su obra al cine y convertirla en una de las películas mexicanas más ambiciosas, con un presupuesto superior a los 100 millones de pesos.
Platicamos con José Gerardo y con Camila López –la actriz que será responsable de protagonizar a Regina– respecto a los retos de llevar esta historia a la pantalla grande y además en tiempos de pandemia, en los que filmar se convierte en un ejercicio distinto, con protocolos sanitarios y locaciones controladas, para concebir una película de este nivel y al mismo tiempo honrar la memoria de su autor, Antonio Velasco Piña, quien falleció apenas el pasado diciembre.
“Regina es un ser femenino con cualidades divinas que viene al mundo como la reencarnación de Cuauhtémoc con la intención de despertar a México, ella usa el asunto del 68 para lograr ese despertar; es una historia que nos plantea de forma distinta este acontecimiento que por años ha sido conocido como evento trágico. La historia de Regina nos cuenta otra versión llena de magia, fantasía, aventura y esoterismo mexicano espectacular”, comentó el cineasta.
¿Cómo financiar una historia de este nivel en esta época?
Todo el tema de la pandemia afecta el costo de la película y su realización, nunca se ha hecho una película con este nivel de producción, de elenco y de efectos. Sí es una gran responsabilidad. Tuvimos que replantear muchas cosas, efectivamente el presupuesto está basado en una vida normal, pero eso ya cambió en los últimos meses; pese a ello, no nos detenemos, hemos buscado las condiciones para filmar en los próximos meses y lograr que la pandemia se convierta en una oportunidad, más que en un problema. Seguramente tendremos que reducir cosas, como personal y extras, porque tenemos batallas planeadas con miles de ellos, quizá tendremos que filmar con menos personas y sustituirlo con efectos especiales, no me niego a experimentar con el CGI (imágenes generadas por computadora), pero lo que no queremos es que se pierda la espectacularidad de la historia.
Los derechos de la historia estaban en manos de Alfonso Arau, ¿cómo llegan a las tuyas?
Hace 10 años leí el libro, busqué a Antonio y le pedí los derechos, pero Alfonso Arau tenía un plan muy loco, dicen que él ya tenía asociados en la película a Michael Douglas, Richard Gere y una serie de actores hollywoodenses; la quería hacer en inglés, seguro era una gran idea, pero siento que esta es una historia muy mexicana que necesita todo este lenguaje y esoterismo nacional. Arau tenia los derechos, yo cada año le hablaba a Antonio y me decía que no era el momento. Un día fue distinto, Arau decidió no hacer la película, no conozco la razón, pero esa fue una oportunidad para mí.
Regina es un personaje muy espiritual. Según el libro, es una chica que recibió preparación en el Tíbet para provocar cambios en México, que representaban una nueva era… La protagonista no es conocida y se encontraron de una forma muy especial, casi como lo que Velasco plasmó en su libro, ¿cómo fue?
Para encontrar a Regina vi mucho cine, muchas obras de teatro, telenovelas, hasta La rosa de Guadalupe; me costó mucho trabajo. Hasta que estuve en la celebración de los 50 años de lo ocurrido en Tlatelolco, del 68, y había una chica haciendo una pintura en el suelo, a un lado de la celebración de todo lo que tenía que ver con Regina, en ese momento supe que ella era la indicada. Tenía la cara, las características y la mirada que buscaba, me acerqué para decirle mis planes y resultó que Camila es actriz.
No hice casting. En ese momento le dije: “No sé si eres actriz o pintora, pero tienes todo lo que requiere el personaje”. Ahí mismo se concretó todo y ahora Camila es Regina. Antonio la conoció, conoció a su niña y quedó contento con la idea, ella es muy parecida a su personaje: practica rituales, medita, sigue muchas cosas que se relacionan con la vida de la protagonista.
El rodaje, según lo planeado, arranca en abril, mientras tanto, Camila se encuentra en talleres de actuación y cursos vocales que le brindarán herramientas para interpretar a Regina.
“Me siento honrada. Este personaje me encontró, no lo busqué, se dio de una forma muy especial, tal como se ha manifestado Regina en mi vida, ha sido una historia muy sincrónica y de casualidades".
Antonio Velasco Piña falleció el 27 de diciembre del año pasado, conoció tu camino para interpretar su personaje. ¿Cómo te sientes con la oportunidad?
Antonio llevaba mucho tiempo enfermo y yo no tenía idea, teníamos tres semanas sin llamarnos y un día lo soñé, lo vi despidiéndose, al día siguiente lo iba a ver a su casa para llevarle unas galletas; al salir de terapia, una amiga me llamó para decirme que acababa de fallecer; así que este es un mensaje que tengo que llevar, es algo que se tiene que intentar”.
¿Cómo reinterpretar lo ocurrido si no lo vivimos?
Conocemos lo que pasó, la lucha estudiantil, política y social, pero no conocemos mucho de esta otra versión tan fascinante de la novela de Antonio, una explicación filosófica y espiritual, porque su novela limpia ese dolor del 68, hay un enojo y una división, pero la historia ayuda a limpiar esta psique colectiva y a darle un significado distinto. Además de los talleres de actuación, estoy en ceremonias en el bosque con sus guardianes; conocer a Antonio fue la mejor preparación, porque me contó más de la historia, de la mística de Regina, estuvimos en la casa de ella, hicimos caminatas, ha sido un proceso muy vivencial el estar cerca de esta energía. También hay clases de voz, de actuación, la idea es tener muy presente el guion, además de pensar en Regina y en su energía.
Una versión diferente a los hechos conocidos
José Gerardo
Productor y director
El encargado de la trama ha encabezado tres producciones: El juego de lo prohibido, Mi mejor regalo y Gracias por ser mi amigo.
Antonio Velasco Piña
escritor
El material impreso fue publicado por primera ocasión en 1987, su destacado autor falleció el pasado 27 de diciembre a los 85 años de edad.