¿Será la vida, los tiempos, caminos, vivencias o solo coincidencia lo que orilla a una persona a dedicarse a lo que se dedica? Puede ser, pero en el caso de Renata Vaca no. El amor de madre lo fue todo y ha sido ese amor lo que hoy la tiene dentro de las franquicias de cine más exitosas de los últimos tiempos: SAW.
La mexicana era apenas una niña de cuatro años cuando junto a su madre, quien se encontraba estudiando comunicación, vio una película que logró provocar una chispa dentro de ella, preguntarse ¿qué era lo que pasaba frente a sus ojos?
En entrevista con MILENIO, Renata compartió aquellos pasajes que la han hecho convertirse en la mujer que es hoy. Con una sonrisa en el rostro recordó a su mamá, platicó su andar en las artes y su experiencia al enfrentarse a una película de terror como lo es El Juego del Miedo.
"La actuación siempre ha sido mi primer impulso, me siento muy agradecida por ser parte de estos proyectos tan grandes. Tenía 4 años cuando me encontraba viendo una película con mi mamá y fue ahí cuando supe que quería hacer esto", platicó.
Renata dentro de un juego del miedo
SAW X fue grabada en México, sin embargo, Renata tuvo que cumplir con un casting algo atípico. Fue por eso que tuvo que sacar sus mejores gritos y llanto para poder quedarse con el papel; una vez terminado, una sensación positiva invadió a Vaca.
"Desde antes, se escuchaba desde la calle los gritos locos. Tenías que hacer escenas en donde tenías que llorar como si se te acabará la vida o gritar hasta que te quedaras sin voz. Fue de esos castings en donde yo sentí que me fue muy bien", platicó.
Años de esfuerzo y de trabajo, esta oportunidad llegó como un "apapacho" a la vida de Renata;
"Llevo años de crecimiento, entonces esto llega como un regalito de una chamba que sé que llevo caminando muchos años; un apapacho y un reto".Nuevas generaciones mexicanas y el sueño hecho realidad
Renata forma parte de una nueva oleada de actrices y actores que buscan cumplir esos sueños y seguir ese camino que sus antecesores se han encargado de ir construyendo. Así, ella es consciente de lo que esta película significa; los ojos del mundo la verán como una mexicana capaz de lo que sea.
"Hay una puerta que se está abriendo a una nueva generación de actores abriendo camino. Qué responsabilidad es ser esa persona que abre camino para otras generaciones".
Renata alza la cabeza, recuerda aquellos años en su infancia en donde soñaba con ser una gran actriz. Hoy, la vida se lo ha concedido; hoy, Renata está segura de que la realidad ha superado con creces a esos sueños.
"La realidad siempre supera. Los sueños se pueden quedar en solo una idea, pero la vida es un cúmulo de muchas. Es una cosa muy grande, ha sido mucho más chido de lo que pensé", dice segura.
Amor de madre: su motor
A lo largo de la charla, Renata nombra a su madre en repetidas ocasiones y al hacerlo, el tono de su voz cambia, se alegra y se enciende. Su madre, como muchas en México, es mamá soltera, de aquellas que se parten el alma y algo más para sacar a sus hijos adelante.
"Mi mamá es mamá soltera y le tocó partirse en mil. Me llevaba a la escuela, luego a la de actuación y eso me hizo vivir una infancia feliz; fue mucha mamá para mí, me siento muy contenta de la persona que hoy soy", así presume Renata a su madre.
"Es la persona que más admiro, ha creído en mí siempre como Renata y como artista. Espero que me dure muchos años, sé que está muy orgullosa de mí".
"Cantarina", así le decían a su mamá porque siempre se la pasaba cantando. Renata la escuchaba y poco a poco fue cantando con ella y descubriendo en la música su segunda pasión. Tanto así que puede ser encontrada en plataformas como YouTube y Spotify en donde deja ver aquellas influencias como Amy Winehouse o Silvio Rodríguez.
"Mi mamá era muy musical, yo me uní a ella para cantarle a la vida. Para un casting tuve que cantar y me di cuenta de que me gustaba; me comenzó a interesar el escribir canciones".
SAW X llegará a los cines mexicanos el próximo 29 de septiembre con una película "muy redonda" y que, sin duda, te mantendrá al filo de tu silla.
DAG